El cargo maldito de Baleares

Xelo Huertas será la tercera presidenta del Parlamento balear que se ve obligada a dimitir

Palma Actualizado: Guardar
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El pasado lunes, la Comisión de Garantías de Podemos en Baleares comunicaba a la presidenta del Parlamento regional, Xelo Huertas, a la diputada autonómica Montserrat Seijas y al militante Daniel Bachiller su expulsión del partido por «posible vulneración de los estatutos y del código ético». A pesar de que los tres tienen aún la posibilidad de recurrir dicha expulsión ante la dirección estatal, se da ya prácticamente por seguro que sus alegaciones no prosperarán.

Tanto Huertas como Seijas y Bachiller se encontraban suspendidos cautelarmente de militancia desde el pasado 7 de noviembre. Esa primera decisión se tomó después de que hace dos meses Huertas y Seijas hubieran amagado, en un chat de Podemos, con no apoyar los Presupuestos de la Comunidad de 2017 si no se renovaba un convenio que el laboratorio científico de Bachiller tenía suscrito desde hacía una década con el Gobierno balear.

La expulsión definitiva de Huertas de Podemos supondrá de manera automática su destitución como presidenta de la Cámara regional, en principio este mismo mes de diciembre. Para proceder a su cese se hará uso del nuevo reglamento de la institución, que en su artículo 39.c establece que uno de los motivos para el abandono de la Mesa por parte de un diputado o una diputada es «dejar de pertenecer a su grupo parlamentario».

La elección de Huertas como presidenta del Parlamento balear tuvo lugar en junio del pasado año, tras haber sido acordada previamente por el PSOE, la coalición econacionalista MÉS y Podemos. A cambio, la formación morada votó a favor de la socialista Francina Armengol como nueva presidenta del Ejecutivo autonómico.

La incógnita que se abre ahora es saber si, tras la inminente marcha de Huertas, la presidencia del hemiciclo continuará en manos de Podemos o si, en cambio, recaerá sobre el PSOE o MÉS. De momento, ninguna de estas tres formaciones ha puesto abiertamente sobre la mesa un posible nombre para sustituir a Huertas. Esa cautela se entiende mejor si se recuerda que en las tres últimas legislaturas, incluida la actual, parece existir una especie de «maldición» vinculada al cargo más relevante del Parlamento balear.

Dicha «maldición» se inició en la legislatura 2007-2011. Los acuerdos suscritos al inicio de aquel mandato entre el PSOE, la coalición rojiverde BLOC y Unió Mallorquina (UM) propiciaron que la presidencia de la Cámara autonómica recayera en la nacionalista Maria Antònia Munar. Sin embargo, las sucesivas investigaciones judiciales por presunta corrupción que empezaron a afectar a la cúpula de UM forzaron la renuncia de Munar, que dimitió de su cargo en febrero de 2010. Con posterioridad, en julio de 2013, la exlíder de UM ingresaría finalmente en la cárcel, en donde está cumpliendo en la actualidad una pena global de once años y medio de prisión.

La sucesora de Munar como presidenta del Parlamento regional fue la socialista Aina Rado, que se mantuvo en el cargo hasta el final de aquella compleja legislatura. Rado, docente de profesión, abandonó la actividad política tras los comicios autonómicos de mayo de 2011. En dichas elecciones, el PP consiguió la mayoría absoluta en Baleares, lo que posibilitó que José Ramón Bauzá pasase a ser el nuevo presidente de la Comunidad en sustitución del socialista Francesc Antich. La persona escogida entonces para presidir la Cámara fue el popular Pere Rotger, quien ya había ocupado dicho cargo en la legislatura 2003-2007, con Jaume Matas como mandatario autonómico.

Rotger no pudo, sin embargo, culminar un nuevo periodo de cuatro años como segunda máxima autoridad del Archipiélago. En diciembre de 2012 se vio obligado a presentar su dimisión, tras confirmarse su imputación en el caso Over. En dicha causa se investigaba una presunta trama de corrupción vinculada a una empresa de publicidad. Rotger continuó, no obstante, como diputado autonómico hasta el final de la pasada legislatura.

Por lo que respecta a su imputación en el caso Over, acabó siendo archivada por el juez en noviembre de 2015. Unos meses después, en las elecciones generales del pasado 26 de junio, Rotger era el número cuatro de la lista popular al Congreso por Baleares, pero su partido sólo consiguió finalmente tres diputados en las Islas, por lo que el veterano político mallorquín no logró el anhelado escaño.

La persona que en 2012 sustituyó a Rotger en la presidencia del Parlamento autonómico fue la popular Margalida Durán, que desempeñó el cargo hasta el final de la pasada legislatura. Durán fue designada entonces candidata a la Alcaldía de Palma en los comicios locales de mayo de 2015. Los resultados no fueron en absoluto los esperados por el PP, que perdió la mayoría absoluta con que contaba en el consistorio, pasando de 17 a 9 concejales. Ello posibilitó la conformación de un equipo de gobierno tripartito integrado por el PSOE, MÉS y la marca blanca de Podemos en la capital balear. Durán es en la actualidad la portavoz de su grupo en la corporación palmesana.

Teniendo en cuenta todos esos precedentes, la persona que finalmente sustituya a Huertas como máxima responsable de la Cámara regional debería ser no sólo una persona preparada a nivel político, sino también, a ser posible, una persona que no crea en las fatalidades del destino o en los azares de la suerte.

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