Con la cara de las ocasiones que solo ocurren una vez en la vida (o ninguna para la mayoría), Ana Julia Quezada ha llegado a las 8.55 al Palacio de Justicia de Almería escoltada por agentes de la UPR de la Policía Nacional. En las próximas horas tendrá que contar al Jurado qué pasó el día en que desapareció el pequeño Gabriel Cruz, hijo de su novio, y qué hizo luego con el niño. Y para el Jurado parece haberse vestido la acusada, lejos de las sudaderas y los vaqueros con los que se asomó durante doce días a las cámaras mientras se buscaba a la criatura.
Vestida de blanco, pantalón y camiseta, y con una americana de color azul oscuro Ana Julia, peluquera de profesión, se alisó sus rizos y adoptó la cara más seria . Nadie le ha gritado ni increpado porque solo los periodistas esperaban su llegada.Ahora espera en el calabozo a que se constituya el Jurado que tendrá que decidir si es culpable o inocente entre hoy y el próximo día 18.
Además de a la máxima pena, la Fiscalía solicita el pago de los 200.203 euros de los gastos generados en la búsqueda del menor , y además, en concepto de reparación del daño moral reclama 600.000 euros para los padres, 160.000 para la abuela materna y otros 170.000 por los gastos médicos en conceptos de lesiones psíquicas y secuelas.
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