El Ayuntamiento de Barcelona admite la crisis de seguridad

«Estamos poniéndole remedio». Asumiendo el problema, el concejal de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, habló ayer abiertamente de la «crisis de seguridad» en la capital catalana, todo ello horas después de que se conociera un nuevo apuñalamiento grave en la vía pública, esta vez en el barrio del Poblenou.

Batlle hizo un llamamiento a la calma y quiso aferrarse a los datos policiales positivos: recordó que ha aumentado la actividad policial y que los narcopisos «prácticamente son residuales» gracias a los últimos operativos -el último ayer, en el que se desmantelaron cuatro inmuebles y detuvieron a cinco personas-.

«Los homicidios nos tienen que preocupar pero también tenemos que destacar que estamos siendo más resolutivos y que los delitos contra las personas han disminuido en el último semestre», en concreto un 1,27%, incidió. Además, remarcó que el refuerzo de efectivos con el que la Generalitat y el propio Ayuntamiento barcelonés ya están trabajando para ayudar a reconducir la degradación en la capital catalana, con más presencia continuada en el espacio público, prevención e investigación.

En el Poblenou, una pelea entre dos hombre la madrugada de ayer dejó en estado crítico a un hombre de 40 años, en el tercer apuñalamiento grave en la ciudad en las últimas horas. Además, un incendio en unas chabolas de Sant Martí dejó tres heridos por quemaduras, dos graves y uno leve.