La autopsia del crimen de Pioz revela que el padre recibió decenas de cortes antes de ser ejecutado

El crimen que terminó con la vida de una familia de origen brasileño en Pioz (Guadalajara) continúa siendo un misterio para los investigadores que, sin embargo, han dado un paso adelante en su resolución con la autopsia realizada a los cuerpos de las víctimas.

Ésta ha desvelado que los niños —de cuatro y un año de edad— y la madre fueron degollados y que Marcos, el padre, sufrió decenas de cortes superficiales antes de ser ejecutado. Según la hipótesis de los forenses, estos cortes habrían tenido la intención de sonsacar información a la víctima.

Además, se apunta al trabajo de unos sicarios profesionales que, tras descuartizar a la familia al completo, metieron sus restos en bolsas de plástico que sellaron con cinta aislante.

No obstante, los investigadores están convencidos de que algo se torció en los planes de los asesinos ya que abandonaron los cuerpos, dejándolos amontonados en un rincón del salón.

Eso sí, sí contaron con el tiempo necesario para limpiar meticulosamente la escena del crimen, aunque la luz forense ha desvelado huellas e indicios que se encuentran ahora mismo en laboratorios, pendientes de ser evaluados por la Guardia Civil.

No se descarta tampoco la teoría de que estuviesen recibiendo amenazas y, parece ser, que Pioz era para ellos un refugio de paso porque la vivienda contaba con muy pocos muebles y el frigorífico se encontraba vacío. Todo indica que pronto iban a mudarse a un nuevo hogar.