La Audiencia de Madrid deja en libertad al supuesto testaferro de Rato

El único encarcelado por el caso Rato ha quedado en libertad. La Audiencia Provincial de Madrid ha acordado la liberación del empresario Alberto Portuondo, considerado por los investigadores un testaferro del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, porque ha disminuido en gran parte el riesgo de fuga. Portuondo, que se encontraba en situación de prisión preventiva, cobró dos millones de euros de dos empresas de publicidad, parte de los cuales eran comisiones para Rato, según la investigación.

La sección veintitrés de la Audiencia de Madrid estima que el riesgo de fuga ha disminuido por las «nuevas circunstancias personales» de Portuondo, quien entró en la cárcel tras ser detenido el pasado agosto en el aeropuerto de Barajas a punto de viajar a México.

El empresario ha dejado de tener vínculos con el país iberoamericano: ha dejado su empleo en la compañía Atrevia y ha cancelado el alquiler de su vivienda, algo que ha demostrado por escrito.

Los jueces argumentan que «el riesgo de fuga se ha visto sensiblemente aminorado», situándose Portuondo en una posición similar a la de otros imputados en la investigación contra Rato. Al empresario le atribuyen los delitos de corrupción entre particulares, blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública, como a los demás trece implicados. El juez investiga los movimientos que hizo Rato con su patrimonio, con los que pudo delinquir.

El recurso de Portuondo también argumentaba el desigual criterio adoptado con otros imputados del caso, sobre los que pesan acusaciones más graves, como el propio Rato, el empresario y testaferro Miguel Ángel Montero y la secretaria personal del exministro, Teresa Arellano. Todos del círculo íntimo de Rato.

El tribunal también tiene en cuenta el arraigo familiar del empresario en España, concretamente Madrid, «donde reside su familia (esposa e hijos de corta edad)». Este elemento, junto a los menores vínculos con México, aconsejan cambiar la decisión que se tomó cuando comenzó el caso, cuando

Aún así, para asegurar que Portuondo esté a disposición del juez sin ninguna tentación, la Audiencia le obliga a comparecer en el juzgado todos los días y a entregar su pasaporte. El caso Rato sigue su curso y rebaja la presión sobre una posible prisión del principal implicado.