SCC dice que la secesión dejará a los catalanes sin tarjeta sanitaria

Las pensiones y la sanidad son otras dos facetas que se verán afectadas, para mal, si se produce la secesión en Cataluña, según advierte Sociedad Civil Catalana. Este movimiento informa por carta a un millón de hogares catalanes de las consecuencias que tendría la llegada de la independencia en estos campos: pérdida del derecho a atención sanitaria «en España y el resto de Europa», y una bajada de las pensiones del 7 por ciento, además de la incertidumbre sobre su cobro.

En relación con la sanidad, asegura Sociedad Civil Catalana que «los ciudadanos perderían su tarjeta sanitaria, y el derecho a la asistencia sanitaria en el resto de España y en Europa». Recuerdan que Cataluña es la comunidad «más beneficiada con el sistema español de trasplantes», ya que es «la primera en número de trasplantes y ocupa el último lugar en donación de órganos».

Estos resultados no podría conseguirlos, aseguran, «sin la donación solidaria y altruista de órganos y tejidos del resto de comunidades autónomas españolas».

También se verían perjudicados, según los datos de Sociedad Civil Catalana, otros campos relacionados con la sanidad, como la investigación biomédica: en la actualidad, recuerdan, Cataluña es «la comunidad que más dinero obtiene del Estado» para este fin, «cerca del 50%» del total de fondos, «y también el 50% de los fondos europeos que recibe España».

En 2012, trabajaban en este campo más de 10.000 personas, y el presupuesto alcanzaba los 260 millones de euros, de los que 55 provenían de la Generalitat, 60 del Gobierno de España, 50 de fondos europeos, 66 de la industria del medicamento relacionados con el Estado, y el resto de fondos privados.

Quiebra del sistema

Por lo que se refiere a las pensiones, no es mucho más halagüeño el panorama que dibujan desde esta organización. La secesión, consideran, «llevaría a la quiebra del sistema de pensiones».

Cataluña es, afirman, «la comunidad con más pensionistas de toda España: 1,7 millones». En el caso de independizarse de España, la sostenibilidad del sistema de pensiones dependería del mercado de trabajo, que auguran muy perjudicado con una Cataluña «fuera de la UE, con aranceles y la pérdida de una importante cuota de mercado con el resto de España».

De acuerdo con sus cálculos, la caída de ingresos producto de la secesión obligaría a una reducción de las pensiones de «entre el 6,7 y el 6,9%». Además, alertan, «los catalanes perderíamos el derecho a la atención sanitaria en España y en el resto de Europa».