La fundación de la Agrupación Socialista madrileña
La fundación de la Agrupación Socialista madrileña - Julián velasco
desde julio se llama psoe-m

El PSOE obliga al PSM a cambiar por cuarta vez de nombre

Carmona es el último en caer, pero la crisis socialista en Madrid también lo es de siglas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los socialistas madrileños en nada se parecen a los andaluces. Los de la capital no tocan poder autonómico desde que en 1995 lo perdiera Joaquín Leguina; los que hoy lidera Susana Díaz llevan haciéndolo desde los albores de la democracia. Además, los primeros están en guerra perpetua, a los segundos la argamasa del poder los tiene aparentemente unidos. Sin embargo, para asombro de todos, el pasado viernes 31 de julio la nueva secretaria general madrileña, Sara Hernández, decidió por mandato federal cambiar por cuarta vez el nombre del PSM para, a semejanza del PSOE andaluz (PSOE-A), rebautizarlo con el mismo del partido matriz sumándole la inicial de Madrid (PSOE-M).

Nadie entendió el por qué de tal simetría con Andalucía.

ABC ha consultado con una docena de dirigentes en la región y ninguno ha sabido explicar por qué se procedió en el último Congreso Extraordinario a variar, por cuarta vez en su historia, las siglas que identifican a la agrupación que fundara Pablo Iglesias. Es verdad que hay un dato objetivo: en los Estatutos que salieron del 38 Congreso federal que dio el poder en 2012 a Pérez Rubalcaba, tras la retirada de Rodríguez Zapatero, se estableció en su artículo 16 que «cada Partido o Federación de Nacionalidad o Región determinará su propio nombre, que deberá ir necesariamente acompañado de las siglas PSOE».

«Injerencia de Ferraz»

Sin embargo, no todos dentro de la estructura regional están de acuerdo con el baile de títulos y, sobre todo, que no se extienda a otras Comunidades. Una de las facciones a las que pertenece el exportavoz municipal en Madrid, Antonio Miguel Carmona, lo ha recibido como un nuevo «gesto de injerencia por parte de la dirección federal». Así lo interpreta el propio Carmona, enfrentado a Hernández y Sánchez: «Ese cambio de nombre es indicativo de que Ferraz quiere tener el control del socialismo madrileño, al que no deja ni llamarse PSM», explica a ABC.

El concejal madrileño pone el dedo en la llaga: la segunda fuerza madrileña ha convertido su nomenclatura política en una auténtica sopa de letras. Pablo Iglesias, su fundador en 1879, decidió llamarla Agrupación Socialista Madrileña y fue la primera sección socialista-marxista en España y núcleo originario del PSOE. Allí militaron Largo Caballero, Julián Besteiro e Indalecio Prieto. Con cierta lógica, la llegada de la democracia obligó a una reformulación de la veterana agrupación. En 1977, y en plena transición, los socialistas de la Comunidad fueron recogidos bajo el paraguas único de Federación Socialista Madrileña que, el 15 de mayo de ese año, integró a otras pequeñas formaciones y posibilitó la entrada en sus cuadros de Joaquín Leguina, Juan Barranco, José Barrionuevo y Enrique Barón. Y finalmente, encontró acomodo también el sector histórico del PSOE, liderado por José Prat. Solo faltaría un año para que el PSM de Tierno Galván sumara sus fuerzas convirtiéndose en abril de 1979 en alcalde de Madrid.

Pero todavía habría de llegar, antes de la decisión de julio, un penúltimo retoque en el logo del partido. Esta vez es Juan Barranco y la agrupación de Vallecas los que proponen en 2004 al nuevo secretario general, Rafael Simancas, olvidar la vieja Federación para dotar a los militantes madrileños del título de Partido Socialista de Madrid (PSM). El exalcalde quiso conjurar así el fantasma de una formación que acababa de asistir meses antes al traumático tamayazo, que dejó a las puertas del poder a Simancas.

Solo once años después, y cuando la estructura socialista más convulsa de España atraviesa por una de sus más graves crisis, el cónclave de julio refrendó el cambio de nombre. Por primera vez, el secretario general socialista tiene todo el poder (aunque muy contestado) en uno de sus brazos territoriales más díscolos y divididos. Una vez defenestrados Tomás Gómez y Carmona, Sánchez cuenta con la nueva jefa madrileña, Sara Hernández, de su parte. Solo le quedaba que el PSM fuera PSOE-M. Y ya lo es.

Ver los comentarios