Ferraz gestiona la salida del líder del PSdeG tras su imputación

El secretario del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, prepara su salida de la dirección socialista tras su imputación por los delitos de tráfico de influencias, cohecho, prevaricación y contra la ordenación del territorio. La investigación se remonta a su etapa de concejal de Urbanismo en la ciudad de Lugo y tiene que ver con la recalificación de unos terrenos en una zona conocida como «El Garañón».

Tras conocer «a través de los medios de comunicación» el auto de la juez Pilar de Lara, el barón gallego convocó de manera extraordinaria a su Ejecutiva y se puso en contacto con la dirección federal para «poner sus puestos de secretario general en Galicia y miembro de la dirección federal a disposición del partido», según confirmaron a ABC fuentes del partido.

El siguiente paso de Gómez Besteiro fue citar a su dirección territorial y pedirles «hasta en tres ocasiones que estuvieran preparados para una reunión de urgencia». No se dieron más instrucciones, a la espera de que Madrid decida cómo «gestionar la situación». Ante esta tesitura y para ganar tiempo, desde el entorno del líder gallego se reparte la consigna de «tranquilidad, normalidad y confianza en la persona del secretario general».

Insinuaciones

La aparente estabilidad de la dirección es justificada «por la inesperada decisión de la juez» y por los razonamientos que realiza la propia instructora. En una comparecencia, el secretario de los socialistas gallegos lanzó diferentes insinuaciones sobre el procedimiento en curso. Recordó que la investigación judicial se remonta a hace diez años y se reactiva a través de la «denuncia de una empresa inmobiliaria un día después de cesar como presidente de la Diputación de Lugo».

Besteiro, de manera enfática, apuntó que «sólo ocho días después, este juzgado da por bueno este escrito y procede a mi imputación», para rematar añadiendo que «cada uno saque sus conclusiones sobre los tiempos judiciales y políticos». También aprovechó para pedir un «proceso sin dilaciones indebidas, porque esto repercute en el derecho de defensa y en el ejercicio de la actividad política».

En todo caso, y a pesar de la pesadumbre visible del líder socialista, la imputación se convierte de nuevo en un elemento determinante que condicionará su carrera política. Precisamente, tras las municipales el PSdeG entregó la cabeza del alcalde de Lugo, José López Orozco, por tratarse de un imputado, condición procesal que compartía con el candidato socialista a la Diputación, extremo que provocó la pérdida del gobierno en la institución y un enfrentamiento en el seno del PSOE gallego. Besteiro forzó a la renuncia de su candidato ante las exigencias del BNG para concretar un pacto y el diputado se rebeló, se votó a sí mismo y el PSdeG salió del gobierno provincial tras ocho años.

Tras esta sucesión de hechos desencadenados Besteiro ve cómo «el incremento de poder institucional» no será suficiente para afianzar su carrera hacia la Xunta de Galicia. Incluso su propia aspiración de ir al Senado en representación de la Comunidad hasta las generales podría verse truncada.

Con la confianza de Sánchez

La decisión de la juez que impulsó la operación Pokémon va a propiciar la salida de un dirigente que ha ido sobreviviendo desde su elección como líder socialista en el año 2013 y que consiguió la confianza de Pedro Sánchez.

En las filas del socialismo gallego se desconfía abiertamente de la decisión judicial y se afirma que «no existen las casualidades». No obstante, y hasta que se tomen todas las decisiones, nada ha cambiado en apariencia y todos están con el secretario regional. Sólo algunos dirigentes hacen cábalas en privado y se preguntan cómo repercutirá este asunto en la travesía de un PSdeG muy fragmentado y que no consigue alejarse de los escándalos de corrupción. El último, el de su propio jefe de filas.