María Pilar Otilia tiene 76 años. Sigue haciendo deporte a diario, es activa y reacia a los medios de comunicación
María Pilar Otilia tiene 76 años. Sigue haciendo deporte a diario, es activa y reacia a los medios de comunicación - vebidoo.es
municipios con el ayuntamiento en el aire

La decana de los 8.000 alcaldes, en un brete: el BNG decide entre ella o una tránsfuga

María Pilar Otilia tiene 76 años y rige Ramirás (en la comarca orensana de Terras de Celanova) de forma ininterrumpida desde 1975. Nueve mayorías absolutas después, puede perder el cetro este 13 de junio, espejo de cuanto acaecerá en otros municipios

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De la lista de los 47 alcaldes que mantenían el cetro municipal de forma concatenada desde las primeras elecciones en democracia, en 1979, solo uno de ellos era mujer. María Pilar Otilia López García, regidora del PP en el pequeño pueblo orensano de Ramirás, tiene hoy 76 años y su situación está, como la de muchos otros primeros ediles tras los comicios del pasado 24 de mayo, en el aire. No sabe si renovará en el cargo o encabezará la oposición. Es el suyo un ejemplo paradigmático, por un lado, del retroceso electoral que han sufrido los de Mariano Rajoy en la última convocatoria con las urnas; por otro, también de los pactos de gobernabilidad en los Consistorios que se suceden estos días.

Y, por último, es el suyo un pueblo abocado a una de estas tres opciones: el edil decisorio del BNG debe o pactar con una tránsfuga de su partido, que ahora abandera la lista socialista, abstenerse y entonces gobernará la lista más votada, la de Doña Pilar, o aliarse con los ediles populares en un bipartito que parece contra natura. En función de esa decisión, se constituirá el nuevo Consistorio, y habrá (o no) nuevo inquilino. Este 13 de junio se constituyen los más de 8.000 municipios sometidos al escrutinio del sufragio el pasado mes. En Ramirás, todo el municipio anda con la mosca detrás de la oreja. La incógnita es mayúscula. ¿Qué hará Marcos Meléndez Alonso, el edil nacionalista, cuyo voto es clave para decantar la báscula hacia el PP de María Pilar (507 votos) o el PSOE de Isabel Gil Álvarez (427 sufragios)? Se da la circunstancia añadida de que Gil, médico de profesión, fue candidata del BNG en 2003 y lleva ocho años tratando de saltar al Consistorio, así que se adivina que la posición de Meléndez (170 votos cosechados) es harto complicada. El silencio del concejal electo no es menor. Muestra de ello es que este periódico ha tratado de ponerse en contacto con el joven a través del partido, de redes sociales y otras vías y no ha sido posible obtener una respuesta contundente sobre qué hará el sábado. En el pueblo se barrunta que el edil nacionalista ha mantenido conversaciones y reuniones informales con ambas «lideresas», a diestra y siniestra. Los propietarios de una de las casas rurales de esta villa orensana apuestan por que Meléndez optará por dejar que gobierne la lista más votada. Con toda probabilidad, se abstendrá, opinan.

Una militante de un partido opositor al PP comenta en conversación telefónica con ABC que se siente «decepcionada» con esa voluntad, porque el pueblo ha votado «cambio» y el escenario que contemplan hoy por hoy los vecinos es que no lo haya. Claro que ese cambio ha sido relativo: lo cierto es que la veteranísima regidora ha obtenido sucesivas mayorías absolutas desde 1979, así que sus mandatos, se puede decir, han sido un paseo de rosas. En esta ocasión, la lista popular también ha sido la más respaldada por los ciudadanos del censo, pero ha obtenido 4 ediles, los mismos que el PSOE de Gil, así que el logrado por el Bloque Nacionalista Galego se revela como crucial.

«Que el BNG apoye al PP de alguna manera, o un gobierno de ese color, y no opte por el cambio es contradictorio. Hay que dejar al margen cuestiones personales, porque el voto mayoritario del pueblo ha dicho "que cambie" algo. Habría que limitar, como en Estados Unidos, los mandatos a dos legislaturas», objeta la joven paisana de Ramirás que prefiere no dar su nombre, porque tiene un «negocio local» y así «protege» sus intereses. Otros vecinos consultados no comprenderían, bien al contrario, que se fuese condescendiente de algún modo con una «desertora» de la formación frentista. Opiniones, pues, como siempre, para todos los gustos.

¿Renovación o continuidad?

La alcaldesa coge el teléfono de la Alcaldía de Ramirás haciendo gala de la fama áspera que atesora: no le gustan los medios de comunicación. «Me tengo que ir. Pregúntele usted a Marcos qué va a hacer», contesta en tono cortante. El quinto edil decisivo para el PP se quedó a tiro de 27 votos. La sinfonía de evasivas de Doña Pilar solo deja margen a la espera de lo que ocurra el próximo día 13. Soltera, sin hijos, esta maestra ya jubilada viaja todavía a los mandos de su inconfundible Peugeot azul. Recibió el bastón de mando municipal en 1975 de manos del gobernador civil de Orense. Sucedió a su padre y a su hermano, ambos de nombre César, que ostentaron el cargo con anterioridad. Y fue ella también la primera y única mujer regidora preconstitucional, que ha sabido mantenerse hasta hoy en el sillón consitorial.

Primero se presentó bajo las siglas del partido de Adolfo Suárez, la UCG, y ganó. «Viajó» a Centristas de Galicia, una facción luego integrado en las filas del PP dominado por José Luis Baltar en la provincia de Orense. Y revalidó el triunfo. Hasta nueve mayorías absolutas. 40 años después, la decana regidora sigue defendiendo que cree más en las personas que en las siglas y que nadie puede ir contra su gestión, pues ha recibido el aval una y otra vez de sus convecinos. Puede ser este lema el que convenza a Meléndez para que escore hacia la derecha. Mientras, sin dar respuesta, se deja querer. De la valía del joven hablan las opiniones recabadas por este periódico, ya que es un empresario que goza de gran crédito en el pueblo y acumula reputación de activo y generoso.

Una simpatizante socialista consultada protesta contra el hecho de que dejen gobernar a la lista más votada: «La alcaldesa no ha sabido asentar a la población joven en un pueblo de 1.800 habitantes que necesita amarrarla. Cada persona que viene es un tesoro y así hay que tratarla. La mayor parte del pueblo está envejecida, son emigrantes retornados de otros lugares, como Iberoamérica, y los jóvenes no encuentran su lugar aquí». «En el pueblo preconiza el sector primario y no se apuesta ni por el turismo rural ni por iniciativas por las que la población de menor edad trata de lograr una manera de vivir. Queremos más servicios», comparte con cierta indignación.

Vecinos de Ramirás, en el cartel del BNG, con el joven Meléndez (abajo, con camisa verde)
Vecinos de Ramirás, en el cartel del BNG, con el joven Meléndez (abajo, con camisa verde)
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