Susana Díaz reabre el pulso por liderar el PSOE

Los críticos con Pedro Sánchez tienen claro que la «reconstrucción» del PSOE debe hacerse sin él, pero no saben cómo apartarle tras haber resistido al sorpasso de Unidos Podemos.

Iban a forzar su dimisión el mismo 26-J, si el PSOE hubiese quedado tercero, no pudieron y Sánchez intenta ganar tiempo en la idea de que, aún con menos votos (110.000) y escaños (5), el resultado es un éxito por el clima adverso que ha afrontado.

Y aunque no aceptan ese discurso de la resignación, los barones tampoco quieren volver a abrir el partido en canal, como en diciembre, justo ahora, cuando Mariano Rajoy intenta poner de nuevo el foco en el PSOE para trasladarle la responsabilidad de que, o se abstiene en su investidura o habrá nuevas elecciones.

Solo Susana Díaz, la rival oficiosa de Sánchez a la Secretaría General del PSOE en el 39 Congreso, se salió ayer del guión para calentar el debate del liderazgo.

Ella intenta contrarrestar el discurso de Ferraz de que la derrota del PSOE andaluz a manos del PP (23-20) la debilita. Ya el lunes dio una rueda de prensa en la que, blandiendo un enorme mapa comarcal andaluz repleto de `rojo PSOE´, recalcó que si no ha habido sorpasso de Unidos Podemos (el PSOE le ha sacado finalmente 375.000 votos) es porque la federación andaluza ganó a la formación morada en esa comunidad por 538.000 votos.

«No voy a pedir» la dimisión

Ayer, en una entrevista en la SER, la presidenta andaluza insistió en que ahora «no toca» hablar de liderazgo, pero volvió a marcar distancias.

Díaz aprovechó para ‘llenar’ el silencio del secretario general socialista -el lunes no compareció tras la reunión de la Ejecutiva Federal y ayer en Bruselas tampoco lo hizo- y cuando la preguntaron si cree que debe dimitir por este nuevo fracaso electoral, respondió: «Yo no voy a decirle a nadie lo que tiene que hacer»; añadiendo a renglón seguido: «Si no estoy contenta con el 31,2% de respaldo en Andalucía, imagínate con el 22,6 en toda España».

Díaz es partidaria del viejo PSOE de mayorías del 40% «que no salía a pactar sino a ganar»; por eso, cree que debe hacerse «autocrítica», porque «nos ha hecho daño la idea de que ibamos a pactar con Podemos».

La misma frialdad que evidenció al hablar de Sánchez, se tornó en calidez al hacerlo de la "magnífica noticia» que supone la vuelta al Congreso de Eduardo Madina, otro de los nombres que salen a la palestra en las conversaciones de los dirigentes socialistas para disputar a Pedro Sánchez la Secretaría General.

El líder socialista ya ha dicho que se va a presentar, sí o sí, contra Susana Díaz o contra quien le intente disputar el cargo porque lleva solo dos años y está «al inicio» de su mandato.

Algo que el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, uno de sus mayores respaldos orgánicos, vino a corroborar ayer al advertir: «Quiero que Pedro Sánchez continúe al frente del PSOE tanto tiempo como necesite para rehacer el proyecto político y la organización. Como mínimo un ciclo electoral entero (de 4 o 5 años)».

Patxi López López quiere manos libres

En medio de este escenario precongresual, ayer tracendió que el hasta ahora presidente del Congreso, Patxi López, no quiere repetir. Siempre ha dicho que él no sirve para cargos institucionales, pero como su nombre también suena en las quinielas para sustituir a Sánchez, inmediatamente se desató la especulación que quiere tener «manos libres» para presentarse en el 39 Congreso.

No obstante, la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendía, salió ayer a respaldar el «trabajo inmenso» de Sánchez en tiempos muy difíciles.

Y el extremeño Guillermo Fernández Vara también cree que trabajó «como un jabato» y no debe dimitir, aunque añadió que hablará en el 39 Congreso, cuando toca, porque «siempre he sido leal al secretario general y lo seguiré siendo con él, si sigue, o con otro, si es diferente».