Rajoy defenderá su gestión en el debate y Moncloa espera un Sánchez mucho más bronco

En el ecuador de la campaña electoral del 20-D, todas las miradas están puestas ya en el debate entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez del próximo lunes, que puede ser definitivo ante la cita con las urnas. Será la última gran oportunidad que tengan ambos para convencer a esa gran bolsa de indecisos. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que participó en el debate entre cuatro el lunes pasado, ha señalado que no ha dado ninguna recomendación a Rajoy: «Consejos necesita pocos, porque ha debatido mucho y en muchos ámbitos». Santamaría reconoció después, en una charla informal, que está satisfecha por el resultado del debate entre cuatro.

El Gobierno mide cada palabra que dice desde la mesa de La Moncloa donde ofrece las ruedas de prensa.

La Junta Electoral está al acecho, y no quiere incurrir en ninguna irregularidad o abuso. Por eso, la vicepresidenta toreó las preguntas sobre el debate en todos los sentidos. Pero sí dijo que los ciudadanos tendrán un buen elemento de juicio para decidir su voto este lunes, con un cara a cara como los que se han desarrollado siempre, entre el presidente y el aspirante del principal partido de la oposición.

Lo que sí parece claro es que Rajoy se centrará en ese debate en la defensa y el balance de su gestión, con los datos de empleo y crecimiento en primer término, y tendrá que ser Sánchez el que pase al ataque y arriesgue más. Se esperan, por tanto, un candidato socialista más bronco y duro. Santamaría cree que Rajoy hará un buen papel en el debate porque «con cosas en la mochila en más fácil debatir»

Mientras tanto, aunque desde el Gobierno tampoco se comentan las encuestas (la Junta Electoral vigila, y los partidos también), fuentes de Moncloa sí señalan su satisfacción primero la marcha de la campaña y el resultado de los debates que se han tenido hasta ahora, en los que Ciudadanos no está brillando como muchos esperaban. Pero también por la marcha de las encuestas, en las que el PP se mantiene primero, con una pequeña tendencia al alza. Las dudas siguen en los siguientes puestos, pero las fuentes consultadas apuntan que al no haber recuerdo de voto sobre los emergentes, las encuestas se pueden equivocar y mucho, y puede haber más de una sorpresa el 20-D. Por ejemplo, en el sentido de que el PSOE no esté tan mal como algunos piensan.