Rajoy, el pasado miércoles en el programa de Bertín Osborne «En tu casa o en la mía» (TVE)
Rajoy, el pasado miércoles en el programa de Bertín Osborne «En tu casa o en la mía» (TVE) - EFE

Del presidente del plasma a la semana fantástica de Rajoy

En La Moncloa están satisfechos de sus intervenciones esta semana en Telecinco, con Piqueras; en TVE, con Bertín Osborne; y en 13TV, con Antonio Jiménez

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Es noche ya cerrada en San Sebastián de los Reyes cuando llega Mariano Rajoy a la Sexta. Aunque es el segundo día de mítines electorales, se lo ha tomado libre para preparar en La Moncloa, junto con su jefe de campaña, Jorge Moragas, y la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, una entrevista que van a hacerle 16 ciudadanos, uno de ellos por Skype en representación de los españoles que viven en el extranjero.

Va a ser una campaña especial porque también el último fin de semana antes del 20-D se lo ha reservado para repasar fichas y más fichas para el debate con Pedro Sánchez. La cita de anoche es con una cadena y un programa que jamás ha pisado, dicen en su entorno que porque nunca ha tenido vocación de faquir.

Pero la campaña electoral más incierta de la historia requiere echar al puchero de todo, con tal de que el guiso lo degusten también el millón y medio de espectadores que de media ven este espacio de tertulia política y ser pasto de los comentarios sociales de 25.000 internautas que, semanalmente, comentan las intervenciones de los invitados. De hecho, el silencio del presidente durante toda la legislatura ha propiciado que los ecos, casi siempre negativos, se hayan confundido con las voces.

En ello reparó Rajoy cuando la noche del 24 de mayo, en pleno duelo por el batacazo en las elecciones autonómicas y municipales, sus asesores le advirtieron que había que fajarse en la calle y en los medios, sobre todo en los más hostiles de izquierda. Y que no había tiempo ya que perder. En esa madrugada, cundió la preocupación: Rajoy empezaba a ser menos presidente, para ser tan solo candidato, y la campaña iba a ser larga y desabrida. Y por si fuera poco, contra tres televisivoadictos: jóvenes, con buenas relaciones en los medios audiovisuales y sin el lastre de una gestión impopular.

En La Sexta, lo nunca visto

Por el plató de «La Sexta Noche» donde ayer estuvo sentado más de una hora, han pasado muchos compañeros suyos, desde María Dolores de Cospedal a los rostros jóvenes del nuevo PP (Pablo Casado es el dirigente de Génova que acumula más trienios en ese programa).

A la secretaria general le tocó apechugar en ese estudio en los días tenebrosos del escándalo de Luis Bárcenas, sin que ninguno de sus compañeros más veteranos de Génova diera un paso al frente. A pesar de que para el presidente del Gobierno este era su debut, su nombre ha sido el más pronunciado -y no para bien- en los miles de horas de debate consumidas en los años convulsos de la crisis. Cuando Rajoy dijo enigmático hace días que intervendría «en todo tipo de formatos» es probable que pensara: voy a estar hasta en la Sexta. Lo nunca visto.

Cuando terminó su intervención anoche, seguro que Rajoy recordó que tan solo cuarenta y ocho horas después su número dos en la lista por Madrid y mano derecha en el Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, le relevaría en ese mismo plató donde mañana se enfrentará a Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, en el único debate a cuatro bandas de la campaña. De hecho, en cuanto a las dos y media de la madrugada se apagaron las luces en el estudio, los operarios de la cadena tuvieron que hacer horas extra para cambiar el atrezo para la cita de mañana.

La Moncloa confería mucha importancia a la intervención de anoche porque «de alguna manera se quería compensar su ausencia en el debate con los demás candidatos, que organiza el mismo grupo de comunicación».

Por este formato de «La calle pregunta» ya han pasado sus tres adversarios, además de Alberto Garzón, de IU. Rajoy saludó horas antes de su intervención así, a través de Twitter, su presencia en el programa: «Será un placer responder a las preguntas de los ciudadanos. Iñaki López, nos vemos el sábado en La Sexta Noche».

En ese plató de televisión -como en algunas redacciones- se le ha llamado durante meses «el presidente del plasma». Sin embargo, Rajoy parece haberse propuesto desde la última semana reescribir esa leyenda que en privado, no obstante, reconoce como justificada. Cuando hace unos meses diseñó con su equipo de campaña la estrategia para conjurar el lastre de su querencia a la incomunicación, llegó a una conclusión: hay que hacer olvidar los tiempos en que los periodistas le tildaron como «el presidente del plasma», porque se dirigía a sus compañeros en los comités ejecutivos a través de la señal de televisión cerrada.

Ganó el debate al que no fue

Y dicho y hecho. Esta semana que hoy termina, Rajoy podía haber protagonizado la semana fantástica del PP. Abrió su omnipresencia en la tele con una entrevista con Pedro Piqueras, que contraprogramó con mucho éxito de audiencia al «debate cojo» que, organizado por «El País», protagonizaron sus tres antagonistas.

La mañana siguiente casi todos los titulares se los llevaban el presidente y su propuesta de prolongar a una legislatura entera la tarifa plana en la cotización de los empresarios que contraten a trabajadores con carácter indefinido. Si a ello se une que el debate de PSOE, Ciudadanos y Podemos terminó siendo una encerrona para el líder socialista, Pedro Sánchez, que, a falta de Rajoy, concitó los ataques de sus interlocutores, el saldo para el PP no pudo ser mejor. Un ministro lo califica así: «Es curioso, yo tuve mis dudas de que el presidente no acudiera, pero viendo el resultado creo que, sin estar, fue el gran vencedor».

Es decir, los populares creen que el presidente ganó por incomparecencia. El optimismo con que se valora la nueva política de comunicación tuvo un segundo motivo de satisfacción el miércoles, cuando el candidato a la reelección acudió al exitoso programa de Bertín Osborne, en TVE, «En tu casa o en la mía».

Un 23% de audiencia aplaudió la idea y, según valoraron en Génova, «del presidente se ofreció una imagen mucho más cercana, humana y sencilla, que sorprendió a muchos ciudadanos». No faltaron críticas para la televisión pública por el encuentro amable con el presidente. Sin embargo, el PSOE no pudo sumarse a ellas porque una semana antes fue el jefe de Ferraz el invitado del presentador gaditano. La cadena estatal tuvo que apresurarse a grabar y emitir ambos espacios antes de que arrancara la campaña electoral, cuyos tiempos políticos están tasados al milímetro por la Junta Electoral.

Paseo en La Moncloa

Solo 24 horas después, Mariano Rajoy acudió a 13TV de la mano de Antonio Jiménez. Con el periodista charló y paseó por los jardines de La Moncloa, y el espacio se convirtió en el tercero más visto de las emisoras generalistas.

La campaña basada en el marketing político había vuelto a dar sus frutos. El entorno del candidato cree que «paradójicamente, resulta que el presidente se está desenvolviendo muy bien en el ámbito que los líderes emergentes creían que solo era suyo. Se frotaban las manos con que Rajoy nunca compareciera porque, como él ha aclarado, estaba dedicado a cosas tan importantes como batallar en Bruselas para que no fuéramos intervenidos y para evitar la quiebra económica». Por el momento, el último CIS da la razón a los que quieren «humanizar» a Rajoy. Próximas citas, charla con María Teresa Campos y «cara a cara» con Pedro Sánchez.

Ver los comentarios