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Rajoy, hoy durante su visita a Logroño - EFE

El discurso más triste de Rajoy

El presidente da un mitin en La Rioja, el primero tras el cara a cara con Pedro Sánchez, en un tono visiblemente bajo

BILBAO Actualizado: Guardar
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El presidente Rajoy ha dado este martes en La Rioja su discurso más triste. En su primer mitin tras el cara a cara que le enfrentó el lunes con gran dureza con el líder de la oposición, Pedro Sánchez, Rajoy se mostró visiblemente bajo. Su intervención, en la que apenas hizo alguna referencia a sus mensajes de la noche anterior -pero no a la bronca que mantuvo con el cabeza de lista del PSOE- resultó apagada, y hasta su tono era más plano del habitual. Fuentes de la dirección popular lo achacaron al cansancio de una campaña que está resultando muy dura, y que el lunes terminó muy avanzada la madrugada.

En Logroño le recibió un grupo de militantes, el presidente de la comunidad, José Ignacio Ceniceros, y el presidente del partido en esta región, Pedro Sanz.

Este sí que aludió al cara a cara de la noche anterior: en ella, dijo, vio a un presidente que demostró ser «un hombre educado, un caballero, que tiene en la cabeza todos los problemas de España». Por contra, de su oponente, Pedro Sánchez, «en la calle he escuchado que había dado muestra de mala educación, malas formas, poco empaque y ser alguien que no se ve como presidente de un Gobierno». Por eso, añadió, «a Pedro Sánchez le conviene pasar un tiempo en la oposición para aprender educación y saber estar».

En el Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino, Rajoy sólo hizo alguna alusión muy ligera a la noche, cuando dijo que «en política se pueden dar buenas noticias, aunque hay otros que no las ven en ninguna parte», en referencia a la mejora económica experimentada por el país en este mandato.

Advirtió sobre el peligro de «meternos en una aventura que no se sabe dónde va» e insistió en que, «como dije anoche, el cambio empezó en 2011» y «España no puede ser gobernada por doctrinarios» porque sería «un error del que nos arrepentiríamos todos durante mucho tiempo». No pronunció ni una palabra del «rifi-rafe» que mantuvo con Pedro Sánchez cuando éste le acusó de ser indecente y el presidente le replicó: «Hasta aquí hemos llegado», el momento más tenso del debate.

Antes de estas palabras, el presidente paseó por las calle de Logroño, donde recibió muestras de cariño de los congregados, escuchó una pitada del colectivo de trabajadoras sociales del Ayuntamiento de Logroño, en huelga indefinida como protesta por sus condiciones laborales; y visitó la Frutería Pedro, muy afamada en la capital riojana.

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