Elecciones Andalucía 2022

¿Quién es Juan Marín, candidato de Ciudadanos en las elecciones de Andalucía?

Marín asegura que se retira en 2026 si antes no le apea de la política el 19J. Afable, hablador y un superviviente, dice no creer en las encuestas

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Guía con todo lo que hay que saber para las elecciones en Andalucía del 19-J

M. Moguer

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Juan Marín (Sanlúcar de Barrameda, 31 de diciembre de 1962) es un hombre optimista. Tanto que, ajeno a las encuestas que le dan menos de cinco escaños desde los 21 que tiene ahora, insiste en que él quiere repetir el gobierno con el PP. «¿Quién te va a querer así como yo?, ¿quién te va a querer, cuando todo acabe?», que cantaba el Mani, es lo que parece susurrarle al oído el líder de Ciudadanos a su, por ahora, socio en San Telmo, Juanma Moreno.

El sanluqueño, desde luego, tiene razones para creer en sí mismo. Surfeó con éxito la ola contra el bipartidismo y consiguió que Ciudadanos se hiciese con nueve escaños en las elecciones de 2015. Con esa fuerza mantuvo a Susana Díaz en el poder y fue clave en esa legislatura.

En 2018 picó aún más alto: 21 asientos en el Parlamento y vicepresidente de la Junta.

Sin mucha transición, Marín pasó de votar a favor del último gobierno del PSOE en la Junta a llamar a esa época «régimen socialista». Quienes le tratan habitualmente señalan que Marín engaña: no es solo el hombre afable que parece, que lo es, y mucho, capaz incluso de arrancarse por sevillanas rocieras antes de empezar el primer mitin de campaña. Pero también tiene un notable don de gentes que le dan una cintura meritoria con la que hacer esas piruetas políticas... y que le salgan bien.

Sobre Marín circula por Internet un meme en el que se le ve cuadruplicado y con un color en cada foto : rojo PSOE; naranja Ciudadanos; azul PP; verde PA. Se supone que es por todos los partidos que ha pasado sin despeinarse, le critican. Él lo explica sin problemas. No es cierto... del todo.

Sí, ha estado en Cs, eso es más que obvio. Sí, estuvo en el PP, pero asegura que de refilón. Señala que su padre, que sí era de Alianza Popular -germen del PP-, le pidió que se presentara por él a última hora en una campaña local. ¿Y el PA? Reconoce que fue técnico de comunicación del partido en el Ayuntamiento de Sanlúcar pero no militante. Lo del PSOE se explica más rápido. Teniendo él un partido independiente facilitó el mandato de la socialista Irene García en su localidad. Resultado: ha estado bajo las siglas del PP -a las que le ofreció volver Juanma Moreno para estas elecciones, según él mismo cuenta- y las de Cs. Lo demás, proximidad pero no militancia.

Años en política

Marín, desde luego, no es nuevo en política. Empezó de relojero en el negocio familiar que tenía en su Sanlúcar natal. Pero pronto se dedicó a lo público. También fue entrenador de voleivol o líder empresarial en Cádiz. El salto fuera de lo local lo dio de la mano de Albert Rivera, al que guarda cariño público.

Como entrenador de voleibol , cuentan personas cercanas, se desempeña desde primeros de año llevando a un equipo de chicas. Tal es su afición que tienen que despejar su agenda las horas de entrenamiento «como si fuera un Consejo de Gobierno». «Si a la misma hora tiene una reunión con Putin, prefiere ir a entrenar a las chicas», bromea una persona de su entorno.

Quienes le conocen saben que es un hombre hablador y que tiende a la broma. Con dos hijos, asegura que si de la corrida del 19 de junio sale corneado, se marcha a poner copas o lo que haga falta. Presume de haber vuelto a trabajar justo tras los dos infartos que ha sufrido. Se tiene por un hombre sencillo que busca la moderación.

Fan acérrimo de Fito y Fitipaldis, se le ha visto recientemente en un concierto de la banda. También le gustan Dire Straits y los Carnavales de Cádiz. Muy sociable, se ha ido quitando años según los cumplía. Llegó a la política andaluza serio, con gafas y traje gris. Ahora las gafas son historia, el traje va más entallado y se permite ir sin corbata. Un nuevo Juan. Lo que no ha cambiado en estos años es el pelazo que gasta -y que las malas lenguas insinuaron que era peluca, algo falso de toda falsedad- ni su naturalidad. Señala que en 2026 estará fuera de la política... si puede él decidir la fecha, claro. Eso se verá el 19J.

«Yo en 2026 me voy»

Desde 2015 le ha dado tiempo a sufrir problemas en su partido, foco constante de quebraderos de cabeza. La consejera Rocío Ruiz es su principal rival para sucederle. Marín tira balones fuera cuando le preguntan: «Cualquiera me puede suceder, yo en 2026 me voy».

Su estilo de gestión en el partido le ha pasado factura. Como no tiene un número dos que le haga de pararrayos, se ha llevado los calambrazos de cada polémica. Y no ha habido pocas porque Marín, un hombre que no es parco en palabras, siempre responde. Esto, que puede ser una virtud, en algún momento se le ha vuelto en contra al meterse en un jardín.

El candidato de Ciudadanos, que sabe lo que es mutar para sobrevivir, parece que tiene en estas elecciones su último asalto. Si sobrevive, para las próximas dice que se jubila. «Dejadme descansar», ha llegado a decir. Si saca pocos escaños, ha dicho que se va ya. La política andaluza perdería con él un estilo personal y afable, capaz de invitar a quienes quedan por el Parlamento en medio de las fiestas de Navidad a un moscatel de Chipiona de una garrafa grande que acaba de comprar.

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