La vida animal secreta que alberga el área prohibida de Chernóbil

Investigadores de la Universidad de Georgia avistaron diez especies de mamíferos y cinco de aves durante un estudio que duró un mes

Una de las nutrias fotografiadas en el experimento en Chernóbil Universidad de Georgia

ABC Ciencia

El desastre de la central nuclear de Chernóbil ocurrido en 1986 trajo como consecuencia la llamada Zona de Exclusión : un área «muerta» de 30 kilómetros de diámetro que incluye las partes más septentrionales del Óblast de Kiev y del Óblast de Zhytomyr de Ucrania, junto a la frontera con Bielorrusia fuertemente contaminada con radiactividad. A pesar de ello, la vida se abre paso y ahora los científicos han encontrado evidencias de una biodiversidad inesperada.

Investigadores de la Universidad de Georgia han captado diez especies de mamíferos y cinco de aves en la zona de exclusión en tan solo un mes de investigación, ha señalado James Beasley , profesor asociado del Laboratorio de Ecología del Río Savannah y la Escuela Warnell de Bosques y Recursos Naturales.

Águilas, visones y nutrias

«Estos animales fueron fotografiados mientras recolectaban restos de peces depositados en la costa de los ríos y canales en la zona de exclusión. Hemos detectado evidencia de diversidad de vida silvestre en este área en una investigación anterior, pero esta es la primera vez que vemos águilas de cola blanca, visón americano y nutria de río con nuestras cámaras », explica Beasley en un comunicado.

El investigador se refiere a un estudio previo de 2015 en el que se fotografiaron, entre otros animales, los lobos grises, y donde quedó patente que existe vida en abundancia en esta zona ecológica de aproximadamente 1.600 kilómetros cuadrados de la «zona cero» desde que los humanos abandonasen el área tras el accidente nuclear de 1986.

El agua y la tierra, interconectadas

Los nuevos resultados, publicados en la revista «Food Webs» , concluyen además que los recursos de nutrientes acuáticos pueden no ser exclusivos solo de este medio y pasar al paisaje terrestre a través de carroñeros y otros animales como la nutria y el visón. A esta conclusión llegó el equipo liderado por Peter Schlichting , un investigador postdoctoral de SREL y autor principal, después de dejar como cebo peces muertos en la orilla del río Prypiat , que cruza la zona de exclusión. La intención era imitar la actividad natural que se produce cuando las corrientes transportan peces muertos a la costa. Los resultados muestran que el 98% de los cadáveres de peces fueron consumidos en una semana por multitud de carroñeros.

«Se trata de una alta tasa de recolección , y dado que todos nuestros cadáveres fueron consumidos por especies terrestres o semi-acuáticas, verifica que el movimiento de los recursos nutricionales entre los ecosistemas acuáticos y terrestres ocurre con más frecuencia de lo que se creía hasta ahora», dijo Beasley. «Tendemos a pensar que los peces y otros animales acuáticos permanecen en el ecosistema acuático. Esta investigación nos muestra que si una proporción razonable de peces muertos llegan a la orilla, hay un grupo completo de especies terrestres y semiacuáticas que transfieren esos nutrientes acuáticos al paisaje terrestre», señala.

También ayuda que los canales artificiales que se crearon antes del desastre para regar los campos agrícolas humanos ahora sirven de alimento para diferentes especies. «Muchas áreas agrícolas anteriores dentro de la Zona de Exclusión fueron irrigadas mediante el uso de estos pequeños canales (...) La mayoría de ellos aún tienen agua, pero están cubiertos de vegetación que proporciona cobertura para la vida silvestre , por lo que son utilizados por una amplia gama de especies», concluye Besley.

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