La inteligencia humana podría haber evolucionado en respuesta a la demanda del cuidado de los hijos
La inteligencia humana podría haber evolucionado en respuesta a la demanda del cuidado de los hijos - Archivo

Tener bebés indefensos hizo a los humanos más inteligentes

Un cerebro grande lleva a un nacimiento temprano y a un niño vulnerable, lo que a su vez requiere de unos padres especialmente evolucionados para cuidarlo

MADRID Actualizado: Guardar
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Los bebés humanos llegan al mundo mucho más indefensos que las criaturas de otras especies. Mientras que nuestros hijos son completamente dependientes y ni siquiera pueden sostener su propia cabeza, las crías de jirafa, por ejemplo, son capaces de levantarse, caminar alrededor e incluso huir de un posible depredador tan solo unas pocas horas después de nacer. Esta forma tan inmadura de empezar la vida ha llevado a investigadores de la Universidad de Rochester a una curiosa hipótesis sobre la inteligencia humana. Según su estudio, publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), la inteligencia de nuestra especie podría haber evolucionado en respuesta a las demandas del cuidado de los hijos.

«Nuestra teoría es que hay una especie de ciclo que se autorefuerza, donde un cerebro grande lleva a una prole muy prematura (para que la cabeza del niño quepa por el canal del parto) y la descendencia muy prematura lleva a que los padres tengan que tener grandes cerebros.

Lo que muestra nuestro modelo es que esa dinámica puede resultar en una presión desbocada para padres extremadamente inteligentes e hijos extremadamente tempranos», explica Steven Piantadosi, uno de los autores del estudio.

En otras palabras, como los humanos tienen cerebros relativamente grandes, sus hijos deben nacer pronto en su desarrollo, mientras su cabeza todavía es lo suficientemente pequeña para un parto seguro a través del estrecho canal de nacimiento. Esos nacimientos tempranos, sin embargo, implican que los pequeños sean dependientes durante mucho más tiempo que otros primates, y unos niños tan vulnerables requieren padres inteligentes que puedan estar atentos a sus cuidados. Como resultado, las presiones selectivas para cerebros grandes y nacimientos tempranos se han reforzado, creando una especie como la humana con habilidades cognitivas cualitativamente diferentes de otros animales.

Teoría de la mente

Los humanos tienen un tipo único de inteligencia. Son buenos en razonamiento social y algo llamado "teoría de la mente", la habilidad de anticipar las necesidades de otros, y de reconocer que esas necesidades pueden no ser las mismas que las nuestras», dice Celeste Kidd, también responsable del estudio. «Y esto es especialmente útil cuando se cuida de un niño que no es capaz de hablar durante un par de años».

«Hay teorías alternativas de por qué los humanos son tan inteligentes. Muchas de ellas se basan en factores como vivir en un ambiente duro o la caza en grupos», dice Piantadosi. «Uno de los rompecabezas de motivación de nuestra investigación era pensar en esas teorías y tratar de ver por qué predicen específicamente que los primates o mamíferos deban ser tan inteligentes, en lugar de otras especies que enfrentan presiones similares».

Para los investigadores, la clave es parir crías vivas. Según explican, la inteligencia requiere tanto del parto de un único hijo como de un cerebro grande, rasgos distintivos de los mamíferos superiores.

«Nuestra teoría explica por qué los primates desarrollaron una superinteligencia, pero los dinosaurios, que se enfrentaron a muchas de las mismas presiones ambientales y tuvieron más tiempo, no lo hicieron. Los dinosaurios maduraban en huevos, así que no había vinculación entre la inteligencia y la inmadurez infantil en el nacimiento», dice Kidd.

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