¿Puede la Humanidad «llorar» un río de lágrimas?

Un río de lágrimas. Una frase que hemos escuchado, y seguramente pronunciado, en más de una ocasión. ¿Pero se ajusta a la realidad? ¿Podrían realmente las lágrimas de todos los humanos juntos igualar el caudal de un río? Esa es la pregunta que se formuló un grupo de estudiantes de Ciencias Naturales de la Universidad británica de Leicester, y sus resultados aparecen en la revista Journal of Interdisciplinary Science, una publicación de la propia Universidad destinada, precisamente, a las publicaciones de los más jóvenes.

Leah Ashley y Robbie Roe decidieron, pues, comprobar si los llantos sumados de toda la Humanidad podrían, o no, generar lágrimas suficientes como para llenar todo un río, y para ello se basaron en el caudal del que está considerado el río más corto del mundo, el Roe River, en Montana (EE.UU), que apenas tiene 61 metros de longitud.

Los jóvenes investigadores decidieron utilizar este minúsculo río como base de sus cálculos ya que, a pesar de su escaso volumen, sigue mantienendo el título de «río» y posee un caudal muy rápido, debido al volumen de agua que transporta. Así que realizaron un modelo de la cantidad de agua que fluye por el pequeño río en 24 horas, y hallaron que el Roe descarga entre 590 y 730 millones de litros diarios.

El volumen medio de una lágrima humana es de alrededor de 6,2 microlitros, y basta con una simple operación matemática para darse cuenta de que haría falta una población mundial muy superior a la actual como para que todas sus lágrimas lograran igualar el caudal del Roe.

Así que nada de río de lágrimas, ni siquiera el más pequeño del planeta. Sin embargo, los estudiantes comprobaron que las lágrimas de toda la Humanidad sí que podrían llenar hasta los bordes una piscina olímpica. Los estudiantes consideraron una piscina de 50 metros por 25, y una profundidad de dos metros, capaz de contener 2,5 millones de litros. Multiplicando el número de humanos que hay en la Tierra por el volumen medio de una lágrima, los jóvenes calcularon que para llenar por completo la piscina sería necesario que cada habitante de la Tierra llorara 55 lágrimas, una cantidad muy plausible.

Un ejercicio curioso, y que según los profesores de la Universidad de Leicester, ayudará a los jóvenes científicos a utilizar las herramientas y datos que están a su disposición para resolver problemas complejos a lo largo de sus carreras profesionales.

Más información: ¿Cuánto tardaría un vampiro en chuparnos la sangre?