Para ser Spiderman hace falta un 145 de pie

El ser humano necesitaría cubrir el 40% de su cuerpo con adhesivos o tener un pie desmesurado para poder escalar una pared vertical lisa como el hombre-araña

MADRID Actualizado: Guardar
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Imagina un Spiderman con el cuerpo cubierto de adhesivos de arriba a abajo, intentado penosamente subir la fachada de un edificio. No resultaría muy convincente. Una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) explica por qué el hombre araña de los cómics y el cine, que alcanza un sexto piso en un abrir y cerrar de ojos, es un imposible de la naturaleza (por no hablar de sus sentidos arácnidos, por supuesto). En realidad, los gecos son los animales más grandes capaces de desplazarse por paredes verticales lisas. Un escalador de mayor tamaño ya requeriría de muchísima ayuda, y en el caso del ser humano, necesataríamos forrar el 40% de nuestra superficie corporal con almohadillas adhesivas con el fin de imitar convincentemente al superhéroe.

O tener un pie «de payaso» del número 145, nada menos, tan grande que caminar sería inviable.

Entre los animales que escalan, desde ácaros y arañas hasta ranas y lagartijas, el porcentaje de superficie corporal cubierto por almohadillas adhesivas aumenta a medida que aumenta el tamaño corporal, pero existe un límite para utilizar esta estrategia porque los animales más grandes tendrían que tener pies tan enormes que resultan impracticables.

Por ejemplo, los diminutos ácaros utilizan aproximadamente 200 veces menos de su superficie corporal total en sus almohadillas adhesivas que los gecos, mientras que los humanos necesitaríamos tener almohadillas pegajosas alrededor del 40% de nuestra superficie corporal total, o aproximadamente en el 80% de nuestro frente, para hacernos pasar por Spiderman.

Un geco y una hormiga
Un geco y una hormiga - A Hackmann and D Labonte

Según David Labonte, del departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, esta habilidad en un animal grande requeriría cambios morfológicos tan importantes que harían de la evolución de este rasgo algo poco práctico. «Si un ser humano quisiera subir una pared de la forma en que lo hace un geco, necesitaríamos grandes pies pegajosos impracticables, nuestros zapatos tendrían que ser un 145 europeo», dice Walter Federle, el autor principal, del mismo departamento en Cambridge.

«A medida que los animales aumentan de tamaño, la cantidad de área de superficie corporal por volumen disminuye; una hormiga tiene una gran cantidad de área superficial y muy poco volumen y una ballena azul es sobre todo volumen con no mucha superficie», explica Labonte. «Esto plantea un problema para las especies más grandes de escalada, ya que, cuando son más grandes y más pesadas, necesitan más energía para poder adherirse a superficies verticales o invertidas, pero tienen comparativamente menos superficie corporal que cubrir con almohadillas adhesivas. Esto implica que hay un límite de tamaño para utilizar almohadillas pegajosas como una solución evolutiva para la escalada, que resulta ser aproximadamente del tamaño de una lagartija», desarrolla el investigador. Los animales más grandes han desarrollado estrategias alternativas para ayudarles a escalar, como garras y dedos de los pies con los que agarrarse.

Evolución convergente

Los investigadores compararon el tamaño y el peso de la almohadilla plantar de 225 especies animales que escalan, incluyendo insectos, ranas, arañas, lagartos e incluso un mamífero. «Comparamos animales que abarcan más de siete órdenes de magnitud en peso, que es más o menos lo mismo que la comparación del peso de una cucaracha con el del Big Ben, por ejemplo», dice Labonte.

Los investigadores estudiaron animales muy diferentes, pero todos ellos tienen almohadillas adhesivas similares, un ejemplo de lo que se llama «evolución convergente», donde múltiples especies, de forma independiente y a través de diferentes historias evolutivas, llegan a la misma solución de un problema. «Cuando esto sucede, es una clara señal de que debe de ser una muy buena solución», apunta Labonte.

Los investigadores creen que podemos aprender de estas soluciones evolutivas en el desarrollo de adhesivos artificiales a gran escala. Y no solo tiene que ver con el tamaño del área a pegar. Hay otra posible solución al problema de cómo pegarse cuando eres un animal grande, y eso es hacer las almohadillas más pegajosas, que es por ejemplo la solución que han encontrado algunas ranas. Un gran ejemplo de innovación.

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