Una madre y tres oseznos
Una madre y tres oseznos - Arend/FLICKR

Las osas utilizan «escudos humanos» para proteger a sus cachorros

Una reciente investigación ha descubierto que las madres de oso pardo en Suecia se acercan a las ciudades para criar a los oseznos y evitar a los machos durante la época de apareamiento

MADRID Actualizado: Guardar
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Para una hembra de oso pardo con crías, hay pocas cosas menos amenazantes que un macho descarriado. Es frecuente que estos decidan matar a los oseznos de otros machos e incluso que ataquen a la madre que los defiende.

Según un estudio publicado este miércoles en « Proceedings of the Royal Society B», algunas madres de oso pardo de Escandinavia han aprendido una interesante técnica: acercarse a los humanos para usarlos como escudo frente a los machos más fieros.

«Las personas tienen miedo de los osos», ha dicho Marcus Elfström, un ecólogo de la Universidad de Noruega de Ciencias de la Vida que no ha participado en la investigación, en la revista Science. Pero en este estudio, resulta que «los osos vulnerables temen más a los otros osos que a las personas».

Las hembras de oso pardo de Escandinavia y de osos grizzly tienen la costumbre de abandonar el territorio de los machos después del nacimiento de sus cachorros, buscando zonas lejanas y favorables. En los casos en los que un macho mata a sus crías, en ocasiones este macho acaba reproduciéndose con ellas.

Pero en este caso, los investigadores de este estudio descubrieron que algunas hembras de oso vivían muy cerca de las ciudades, y se preguntaron si era algo casual o si esto era en realidad una estrategia. A fin de cuentas, ni los osos más fieros se atreven a acercarse a las ciudades para evitar al peligroso ser humano.

El éxito es estar cerca de los humanos

Los científicos marcaron con collares a estos animales para seguir a 30 madres de oso a través del GPS, en la región meridional y central de Suecia entre 2005 y 2012. De estas 30, mientras que 19 consiguieron criar a sus cachorros, 11 de ellas fracasaron, en gran medida a causa de los ataques de los machos.

Aparte de esto, descubrieron que las madres que tuvieron éxito habían vivido cerca de los asentamientos humanos: en concreto, a una distancia media de tan solo 783 metros, aunque algunos incluso se acercaron más. «Claramente, estaban usando a los humanos como escudo», ha dicho Sam Steyaert, biólogo en la Universidad de Ciencias de la Vida de Noruega y primer autor del estudio.

Pero no cualquier zona cercana al hombre les sirve. Por los datos recogidos en esta investigación, parece que las osas tienden a escoger las zonas con la vegetación más densa: «Así, pueden estar muy cerca de las personas, pero la gente no sabe que están allí», ha dicho Steyaert. El objetivo, sería minimizar la posibilidad de que hubiera conflictos. De hecho, es típico que en Suecia los cazadores maten a osos entre agosto y octubre, pero entre las víctimas no suele haber oseznos ni osas.

De alguna forma, parece que las osas saben lo que hacen. Están más cerca de los asentamientos humanos durante el período más peligroso para los cachorros, la época de apareamiento. «Es sorprendente porque muestra que las hembras de oso son lo suficientemente listas como para pensar en el futuro», ha dicho William Ripple, un ecólogo e la Universidad Estatal de Oregón, en Science.

En este caso, ser listo es un imperativo. Mientras que las madres con éxito vivieron a una distancia media de 783 metros, las que fracasaron estuvieron a una distancia media de 1.213 metros de los asentamientos humanos.

Sea como sea, los investigadores aún no han averiguado si las osas se comportan así porque lo han aprendido, o si esto podría tener consecuencias para los oseznos. Al criarse así, ¿será más fácil que se acostumbren a las personas y que de adultos sean más peligrosos? El equipo e Steyaert tratará de repetir este tipo de estudios con una población mayor para tratar de responder a estas y a otras preguntas.

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