Las medidas de distanciamiento social fueron necesarias en España desde el 28 de febrero

La reducción de la movilidad de los ciudadanos, los test y la cuarentena de casos y contactos son necesarios desde que aparece la transmisión local del coronavirus, según un estudio publicado en «Science»

Ciudadanos fotografiados este lunes en la provincia de Liaoning, China AFP | Vídeo: El número de fallecidos por coronavirus en España supera al de China (ATLAS)
Gonzalo López Sánchez

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El 28 de febrero la cifra de casos confirmados de COVID-19 en España ascendía hasta los 25 y todavía no se había registrado ninguna muerte. Pero según el informe de situación diario de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en nuestro país ya existía transmisión local del virus : es decir, el SARS-CoV-2 ya estaba circulando dentro de nuestras fronteras y no solo afectaba a viajeros procedentes de otros países. Menos de un mes después, en España hay 47.610 casos confirmados y 3.475 fallecidos y se lucha por aplanar la curva de nuevos contagios.

Un estudio que se acaba de publicar en la revista « Science » ha concluido que las medidas de distanciamiento social son necesarias en cuanto se produce la transmisión local del coronavirus . En España la transmisión local se producía el 28 de febrero, fecha en la que Sanidad contemplaba «un escenario de contención», en el que se suponía que no había «transmisión comunitaria descontrolada» y en el que se tomaron medidas de higiene para evitar contagios, se aisló a los casos detectados, se siguió a los contactos y se recomendó celebrar a puerta cerrada grandes eventos. Sin embargo, no fue hasta el día 11 de marzo cuando cesaron las clases, en la Comunidad de Madrid y las ciudades de Vitoria y Labastida, y hasta el 15 de marzo cuando el Gobierno declaró el estado de alarma e impuso el confinamiento de los ciudadanos.

Ahora, científicos de las universidades de Oxford (Reino Unido) y del Nordeste (EE.UU.) ha mostrado el enorme impacto que tuvo la restricción de la movilidad de los ciudadanos de la ciudad de Wuhan , el origen de la pandemia, sobre la dispersión del coronavirus. Sus conclusiones destacan la importancia del distanciamiento social y sugieren que las restricciones de viaje, que impiden viajar a otros lugares para dispersar la epidemia, solo son útiles en las primeras etapas.

«La acción política está yendo por detrás de la propagación del COVID-19 en muchos países», ha dicho Samuel V. Scarpino , profesor de la Universidad del Nordeste y coautor del trabajo. «Las restricciones de viaje y movilidad son las más útiles justo al comienzo, cuando la transmisión local todavía no es un factor. Pero una vez que la transmisión local se establece, el distanciamiento físico y la cuarentena de individuos enfermos es la que funcionará, pero lleva tiempo».

¿Por qué funcionó la respuesta china?

Los autores del estudio, dirigido por Moritz Kramer, investigador en el grupo de Genómica de Pandemias y del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, destacan la dificultad de contener enfermedades respiratorias, como el COVID-19, que se caracterizan por generar síntomas relativamente moderados y que, además, se pueden transmitir antes de que éstos se manifiesten.

Por ello, destacan la necesidad crítica de aplicar medidas de distanciamiento social en cuanto comienza la transmisión local del COVID-19, si bien reconocen que su investigación no permite saber qué medidas son las más efectivas.

«La combinación de intervenciones implementadas en China claramente tuvieron éxito en mitigar la dispersión y reducir la transmisión local del COVID-19», escriben en su trabajo. «Sin embargo, en este estudio no ha sido posible determinar definitivamente claramente el impacto de cada una».

No obstante, destacan varias de las adoptadas, como la multiplicación de pruebas de diagnóstico, el aislamiento rápido de los casos sospechosos y sus contactos y, « por encima de todo, las restricciones de movilidad ». Estas arrancaron en la ciudad de Wuhan el 23 de enero, confinando inicialmente a 11 millones de personas.

El estudio también muestra que las restricciones de viaje son más importantes al comienzo de la epidemia y al final, cuando ya se ha controlado la transmisión local. De hecho, sus datos muestran que las restricciones de viaje hicieron que las importaciones de infectados cayeran drásticamente fuera de la provincia de Hubei, y que se pudiera contener la expansión de la COVID-19 más allá de su foco. Se pasó de 515 nuevos casos antes del 31 de enero, a 39 después.

Paquete de medidas para frenar la epidemia

«Nuestros hallazgos muestran que al comienzo de la epidemia del coronavirus las restricciones de viajes fueron eficaces a la hora de evitar la importación de casos», ha dicho en un comunicado Moritz Kraemer. «Sin embargo, una vez que los casos de COVID-19 comenzaron a extenderse localmente, la contribución de las importaciones se hizo mucho menor. «Es aquí donde un paquete completo de medidas, incluyendo la restricción de la movilidad local, los test de diagnóstico, el seguimiento de casos y el aislamiento han de funcionar juntos para mitigar la epidemia», ha añadido Kraemer.

La investigación se basa en datos de movimientos de los ciudadanos recogidos por geolocalización en tiempo real y proporcionados por la compañía china Baidu, y en información epidemiológica recogida por el «Open COVID-19 Data Working Group», que incluye datos como la edad de los afectados o la fecha en la que comenzaron a experimentar síntomas .

Una semana hasta ver los beneficios

El trabajo también muestra que, dado el largo tiempo de incubación del virus, que va de los cinco a los 14 días, las restricciones de movilidad de los ciudadanos no comenzaron a tener un efecto sobre la tasa de aparición de nuevos casos hasta pasada alrededor de una semana, tiempo en el que la curva de infectados siguió empeorando.

Los autores han señalado la necesidad de tener en cuenta estas conclusiones también a la hora de salir de la epidemia, puesto que el aumento de la movilidad de los ciudadanos puede reintroducir la enfermedad y extenderla de nuevo. Además creen que es necesario seguir estudiando esta materia para determinar cuál es el equilibrio adecuado entre «un efecto positivo sobre la salud pública y el efecto negativo sobre la libertad de movimiento, la economía y la sociedad en su conjunto».

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