Los 'medalla de bronce' de los dinosaurios corrían en La Rioja

Alcanzaban los 45 km por hora, tercera marca mundial, según revela el estudio de sus huellas

En la imagen, recreación de la carrera de un dinosaurio Foto: Francisco Gascó

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Hace entre 145 y 100 millones de años, cerca de lo que hoy es la localidad de Igea (La Rioja), un gran lago de aguas someras se extendía por un paisaje llano y cubierto de vegetación. En cierto momento, quizás con solo unas horas o días de diferencia, dos dinosaurios cruzaron a la carrera el terreno encharcado y dejaron sus huellas impresas en los sedimentos al descubierto. Las huellas se fosilizaron con el tiempo, dejando para la posteridad una marca mundial de velocidad . Estos animales podían correr hasta a 45 kilómetros por hora, lo que los convierte en los 'medalla de bronce' de los dinosaurios, según concluye una investigación liderada por Pablo Navarro, de la Universidad de La Rioja.

«Son los terceros más veloces del mundo . Solo son superados por otros cuyas huellas han sido halladas en Utah (EE.UU.) y que también se han conocido este mismo año. Esos, también carnívoros, iban a 55 km por hora», explica a este periódico Angélica Torices, directora de la Cátedra de Paleontología en la misma universidad. Ella es responsable de la tesis de Navarro (aún en preparación) de la que forma parte la investigación que este jueves publica la revista 'Scientific Reports'.

Una de las huellas Pablo Navarro

Los rastros fósiles analizados se encontraron en dos yacimientos que datan del período Cretácico Inferior. Uno de ellos (La Torre 6A) contiene cinco huellas y el otro (La Torre 6B), siete, todas ellas de tres dedos y más largas que anchas. «Creemos que fueron hechas por terópodos ( dinosaurios carnívoros de dos patas ) de tamaño mediano: unos 2 metros de altura y entre 4 y 5 de longitud», explica Navarro. Aunque es imposible conocer la especie concreta a la que pertenecían, por los restos óseos hallados en los alrededores, sospechan que posiblemente eran miembros de la familia de los espinosáuridos o de los carcharodontosáuridos.

Según los ángulos y distancias entre las huellas, los investigadores han calculado que uno de los dinosaurios corría a una velocidad de entre 23,4 y 37,1 km /h y el otro incluso más rápido, entre 31,7 y 44,6 km /h. Esta última se encuentra entre las tres velocidades máximas estimadas para los terópodos en todo el mundo. Nada desdeñable. Podrían competir en una carrera con un tigre actual.

Francisco Gascó
Francisco Gascó

Rápidos y ágiles

Además de veloces, estos dinosaurios eran notablemente ágiles. Uno de los rastros muestra un aumento suave y constante en la velocidad, mientras que en el otro se observa un cambio brusco de dirección en la carrera, lo que los autores interpretan como prueba de que el animal maniobró ante un obstáculo . «Y hacerlo a esa velocidad supone agilidad. Una capacidad interesante para depredar a sus presas», subraya Torices. Quizás ese fue el motivo por el que estos animales echaron a correr. «Puede que fueran a la caza de un iguanodonte -herbívoro que vivía en manadas y cuyos restos son muy abundantes en ese período en la Península Ibérica- o puede que huyeran de una amenaza», añade.

Compsognathus , un dinosaurio más pequeño que vivió hace 150 millones de años, ha sido considerado como el dinosaurio más veloz, pero no a partir de sus huellas, sino por modelos biomecánicos informáticos que, fijándose en sus huesos y musculatura, predecían que podía moverse a 60 km por hora. «Lo bueno que tiene nuestra investigación es que los rastros corroboran los estudios realizados para esos terópodos, lo cual es muy buena noticia», señala la paleontóloga.

Recreación de la pisada de un dinosaurio sobre el sedimento Pablo Navarro

De la misma forma se expresa Navarro: «Estas huellas nos permiten confirmar lo que otros estudios basados en modelos biomecánicos de estos animales estaban apuntando en los últimos años, que los dinosaurios terópodos eran animales de gran agilidad y velocidad, lo que los convertía en unos excelentes depredadores ».

Como indica Torices, comparar la carrera de estos terópodos bípedos con los de un animal actual, «es imposible». Pero sus descendientes más cercanos son las aves y, aunque no son iguales, «lo más parecido que podemos tener para comparar son las avestruces o emús». Y para hacernos una idea de cómo podía ser el espectáculo de un dinosaurio carnívoro a la carrera, «Parque Jurásico lo recrea bastante bien».

Vista de las vías de La Torre 6A y 6B Alberto Labrador

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