Nobel de Medicina para los descubridores del reloj interno

Los estadounidenses Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young desentrañaron los mecanismos del ritmo circadiano

Jeffrey C Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young The Nobel Prize
Judith de Jorge

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La mayoría de las criaturas vivas sobre la Tierra, incluidos los seres humanos, están adaptadas a la rotación del planeta gracias a un reloj biológico interno que marca, por ejemplo, los patrones de sueño y el metabolismo. Durante muchos años, los científicos han sabido de la existencia de esos ritmos circadianos, pero fueron los estadounidenses Jeffrey C. Hall (Nueva York, 1945), Michael Rosbash (Kansas, 1944) y Michael W. Young (Miami, 1949) quienes en los años 80 desentrañaron cómo se da cuerda a ese reloj realmente. Es decir, cuáles son los mecanismos moleculares que lo controlan, hallazgos que este lunes han sido reconocidos por el Instituto Karolinska de Estocolmo con el Premio Nobel de Medicina 2017.

Jacques d'Ortous de Mairan colocó la planta en la oscuridad constante (parte inferior) y encontró que las hojas continuban siguiendo su ritmo diario normal The Nobel Prize

También hay indicios de que el desajuste crónico entre nuestro estilo de vida y el ritmo dictado por nuestro cronómetro interno se asocia con un mayor riesgo de sufrir varias enfermedades como la diabetes, problemas de salud mental e incluso algunos tipos de cáncer y posibles alteraciones de la función cerebral. Una de las últimas investigaciones al respecto, de la Universidad Northwestern (Illinois), señala que nuestro reloj interno es capaz de marcar cómo y cuándo el páncreas debe producir insulina y controlar el azúcar en la sangre. Algunas farmacéuticas incluso experimentan con medicinas capaces de restaurar el ritmo correcto en aquellas personas que, por su forma de vida, están expuestas a desórdenes de este tipo.

El campo que se abre es extenso . Francisco Martín, investigador del Instituto Cajal del CSIC no duda en que se trata de un premio «muy merecido». Él también trabaja en ritmos circadianos con la mosca de la fruta, como los ganadores delnobel. En su opinión, el camino abierto por los tres científicos estadounidenses permitirá atacar enfermedades desde otra vía. El cáncer y el alzhéimer son dos posibilidades. «Hoy se sabe que enfermos con un tipo de cáncer cerebral (glioma) y las personas con alzhéimer tienen alterados su ritmo circadiano. No duermen bien y a veces no saben si es de día o de noche, ¿Es un efecto de la enfermedad o una consecuencia? Eso aún no lo sabemos, pero es una nueva perspectiva a explorar. Al menos, mejoraríamos la vida del paciente», dice.

Trabajadores a turnos y pantallas

Ya hay compañías farmacéuticas que están experimentando con medicinas capaces de restaurar el ritmo correcto en aquellas personas que, por su forma de vida, están expuestas a desórdenes de este tipo por su forma de vida o profesión.

Los trabajadores a turnos, que cambian continuamente de horario o los que en pocas horas cambian de huso horario como las azafatas, están en el grupo de riesgo, recuerda Rosa Peraita, responsable de la unidad del sueño del hospital Gregorio Marañón de Madrid. Aunque la mayoría está alterando su ritmo circadiano acostándose pegados con horarios imposibles y el resto también está alterando su ritmo circadiano robando horas de sueño con luz eléctrica y la multiplicación de pantallas. Desde móviles a televisiones y ordenadores. «El ser humano está programado para dormir de noche y estar despierto de día. Cuando se produce una desincronización , el sueño y la vigilia se desplazan. Si esto sucede de forma persistente tiene consecuencias serias para la salud. Por eso, necesitamos horarios sensatos que respeten los ciclos circadianos», reivindica.

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