El folclore popular atribuye a las distintas fases de la Luna la capacidad de influir tanto en el comportamiento de las personas, como en su estado de ánimo.
Un equipo de investigadores publica ahora los resultados de un estudio en torno a los patrones de sueño de miles de niños de todo el mundo. Se ha vigilado el descanso de más de 5.000 pequeños durante 28 meses, las conclusiones del experimento apenas arrojan un 1% de variación en la duración del tiempo de sueño vinculado al estado de la Luna.
Pero si la ciencia descarta la influencia de la Luna sobre los humanos ¿por qué sobreviven las creencias de su influjo en la cultura popular? Puedes ver las claves, en el videoblog sobre estas líneas, con José Manuel Nieves.
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