Podría ser uno de esos monstruos delirantes que aparecen en las entrañables películas de serie Z, pero esta bestia similar a un cocodrilo gigante con dientes de Tiranosaurio rex existió de verdad. Perteneciente a la familia de los notosuquios , hasta ahora desconocida en el período Jurásico, el Razanandrongobe sakalavae , apodado «Razana», vivió hace más de 160 millones de años en Madagascar, donde sembraría el terror como un fiero depredador. Paleontólogos italianos y franceses lo describen en la revista PeerJ, llenando el vacío de un linaje fantasma que duró un millón de años.
El cráneo profundo del animal
Giovanni Bindellini
El Razanandrongobe sakalavae es, con mucho, el más antiguo -y posiblemente el más grande- representante de los notosuquios, y documenta uno de los primeros eventos de aumento exacerbado en el tamaño corporal a lo largo de la historia evolutiva del grupo.
«Su posición geográfica durante el período en el que Madagascar se separa de otras masas de tierra puede señalar un linaje endémico. Al mismo tiempo, representa una señal más de que los notosuquios se originaron en el sur del continente Gondwana», apunta el coautor Simone Maganuco.
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