China aterriza en Marte con su sonda Tianwen-1

El vuelo es uno de los más difíciles que jamás haya emprendido el país asiático. La maniobra es un gran desafío, ya que el planeta rojo tiene su propia atmósfera, a diferencia de la Luna

Jaime Satirso

El programa espacial chino ha alcanzado esta mañana un nuevo hito. A primera hora de hoy sábado, el vehículo de exploración Zhurong ha aterrizado con éxito en la superficie de Marte , según ha confirmado la Administración Espacial Nacional China (CNSA, por sus siglas en inglés). Se trata del segundo país en la historia en lograrlo, solo por detrás de Estados Unidos.

El robot viajaba a bordo de la sonda Tianwen-1 , la cual despegó desde la base espacial de Wenchang, en la isla meridional de Hainan, en julio de 2020 y alcanzó la atmósfera del planeta rojo en febrero después de siete meses de travesía . Desde entonces ha permanecido en órbita, calculando el momento y lugar idóneos para la operación. Utopia Planitia fue el punto designado, un enorme cráter en el hemisferio norte de Marte.

Tras la eyección, Zhurong –que recibe su nombre del dios del fuego de la mitología china– ha empleado un escudo térmico y un paracaídas para amortiguar el impacto. La distancia actual con el planeta, 318 millones de kilómetros, provoca un retardo en la señal conocido como los « siete minutos de terror », un periodo durante el que los ingenieros no tienen control ni información sobre el estado de aparato. Tras la incógnita, ha llegado la celebración. «El equipo de investigación científica ha confirmado a través de la telemetría enviada por el rover de Marte Zhurong que (...) ha aterrizado con éxito en el área preseleccionada», corroboraba el comunicado oficial emitido por la CNSA.

Dada la complejidad de las condiciones atmosféricas, apenas la mitad de los amartizajes intentados hasta la fecha se han completado con éxito. Hasta hoy solo lo había logrado Estados Unidos, con una primera toma de contacto por medio de Viking 1 (1976) y cinco vehículos de exploración desde entonces: Sojourner (1997), Spirit y Opportunity (2004), Curiosity (2012), y Perseverance (en febrero de este mismo año). La antigua Unión Soviética estuvo muy cerca hasta en tres ocasiones, pero acabó fracasando. En 1971, Mars 2 se estrelló contra la superficie al descender. Mars 3 logró aterrizar a finales de ese mismo año, pero solo se mantuvo operativo durante unos segundos. En 1973, Mars 6 envió información ilegible y perdió la conexión antes de tocar suelo.

Zhurong, recién incorporado a la exclusiva lista, explorará durante 90 días marcianos –de duración similar a los terrestres– el planeta vecino, en particular su geología, en busca de agua congelada bajo la corteza. La información obtenida por el robot, de unos 240 kilos y diseño muy similar a sus homólogos estadounidenses, será transmitida a la sonda Tianwen-1 –traducible como Preguntas al Cielo–, la cual permanecerá en órbita durante un año .

La china es una de las tres misiones internacionales con destino a Marte iniciadas en el verano del año pasado. No fruto de la casualidad: la alineación entre ambos planetas a un lado del Sol facilita en gran medida el desplazamiento. Además del vehículo Perseverance de la NASA, que tomó tierra en febrero, también ha participado Emiratos Árabes Unidos con una sonda propia bautizada Hope. Esta, la primera campaña del mundo árabe, permanecerá operativa alrededor de Marte durante dos años sin llegar a descender.

El logro de hoy evidencia la pujanza del programa espacial chino , un ámbito en el que recorta distancias con EEUU a gran velocidad. En los últimos años el gigante asiático ha puesto en marcha el primer satélite cuántico y ha alcanzado la cara oculta de la Luna, un territorio inexplorado desde donde logró traer muestras. China ha comenzado, asimismo, la construcción de su propia estación espacial, cuyo módulo principal fue ensamblado el pasado mes de abril.

Este proyecto fue origen de la última polémica , después de que la semana pasada el cohete Larga Marcha 5B, portador de componentes para la estación, cayera fuera de control hasta acabar sumergido en las aguas del Oceáno Índico. Un episodio que llevó a la NASA a reprochar que China «no cumple los estándares de responsabilidad con respecto a desechos espaciales». Hoy, sin embargo, el gigante asiático celebra uno de los muchos triunfos galácticos a conquistar.

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