Recreación de la sonda en las proximidades del polo sur de Encélado, donde una pluma de hielo es expulsada al espacio a causa del calor interno
Recreación de la sonda en las proximidades del polo sur de Encélado, donde una pluma de hielo es expulsada al espacio a causa del calor interno - NASA/JPL-Caltech

«Cassini» finaliza su viaje sobre Encélado, la luna de Saturno

Este satélite alberga agua líquida, calor y compuestos orgánicos, lo que le convierte en un buen candidato para albergar vida

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Fue lanzada en 1997 y desde 2004 la sonda «Cassini» ha estado explorando los alrededores de Saturno. Gracias a ella, los científicos han obtenido mucha información sobre la estructura interna y el magnetismo del planeta, y muchos datos sobre las 62 lunas que le rodean. Pero si por algo será recordada esta pequeña nave, es porque ayudó descubrir que dos de estos satélites, Titán y Encélado, albergaban buenas condiciones para posibles formas de vida extraterrestre.

Precisamente hoy, la NASA tiene previsto que la sonda «Cassini» realice su último vuelo sobre la superficie de Encélado, después de las 21 pasadas anteriores que comenzaron en 2005. Esto ocurrirá alrededor de las 18.49 de esta tarde, cuando la nave pase a unos 5.000 kilómetros de distancia de la superficie.

Según la NASA, la sonda se centrará en esta ocasión en medir la cantidad de calor que sale del interior del satélite.

«Entender cuánto calor tiene Encélado nos da una idea de cómo es su actividad geológica, y esto convierte a este vuelo en una oportunidad fantástica», ha dicho Linda Spilker, científica del equipo de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de Pasadena, California. Además, con este último vistazo, los científicos completarán la observación de seis años de invierno en el hemisferio sur de Encélado, una región sorprendentemente activa y caliente.

Aunque este satélite apenas mide 500 kilómetros y está recubierto por una corteza de hielo, en 2005 los científicos descubrieron una pluma de hielo que salía despedida desde la superficie del polo sur, como si alguien hubiera quietado el tapón de una botella de champán. Intrigados, la NASA acercaró a «Cassini» para echar un vistazo y con el tiempo se comprobó que en este «chorro» de hielo había también compuestos orgánicos, uno de los ingredientes indispensables para la aparición de la vida.

Los tres ingredientes para la vida

Las exploraciones posteriores no fueron menos interesantes. Los científicos descubrieron que las poderosas fuerzas gravitacionales de Saturno convierten el interior de Encélado en una dinámica fábrica de calor y procesos geoquímicos. Además, junto al calor y los compuestos orgánicos, la NASA halló el último ingrediente necesario para la vida: el agua. Bajo la corteza de hielo, de unos 30 o 40 kilómetros de grosor, Encélado esconde un océano global de agua, descansando sobre un núcleo rocoso.

Por todo esto, Encélado se ha convertido en uno de los mejores candidatos para encontrar vida extraterrestre en el Sistema Solar, junto a Marte, Europa, una luna de Júpiter, y Titán, otra de las lunas de Saturno, que la sonda Cassini también ha explorado. Si en Encélado hay agua, calor y compuestos orgánicos, en Titán hay lagos de metano y un océano subterráneo de agua y de amoniaco.

Pero habrá que esperar para encontrar vida. En los próximos años la NASA estudia enviar una nueva misión a Encélado e incluso aterrizar con un módulo de aterrizaje para tomar muestras en las proximidades de las fuentes hidrotermales. Mientras tanto, habrá que conformarse con procesar los datos recogidos por Cassini en su último vuelo y en pasadas anteriores. Aún hará nuevas observaciones en el vecindario de Saturno hasta septiembre de 2017.

Ver los comentarios