Científicos desafían la gravedad con barcos que flotan boca abajo en un líquido que levita

El experimento, en el que unos botes navegan con el agua sobre ellos como si fuera el mundo al revés, muestra fuerzas de flotabilidad inusuales

Barcos de plástico flotando por encima y por debajo de una capa líquida que levita Benjamin Apffel y col., Nature

ABC Ciencia

A veces, los físicos parecen hacer trucos de magia. Y este es uno de eso experimentos capaces de poner patas arriba las leyes que rigen el mundo. Literalmente. Un equipo de investigadores ha conseguido que unos barquitos floten boca abajo, con el agua levitando sobre ellos como si fuera el mundo al revés. No es magia, es matemáticas. Los resultados del estudio, publicado en la revista «Nature», desafían el principio de Arquímedes, la gravedad y nuestra intuición, mostrando que también se puede flotar de una forma totalmente inusual.

Bajo la acción de la gravedad, los líquidos de un recipiente, como un matraz de laboratorio, normalmente caerán al fondo del mismo. Sin embargo, bajo ciertas circunstancias, hacer vibrar el líquido verticalmente puede hacerlo levitar sobre una capa menos densa (como un colchón de aire). Emmanuel Fort y sus colegas de la Escuela Superior de Física y de Química Industriales de París revelan que esta sacudida vertical también hace que la flotabilidad se mueva en la superficie inferior del líquido levitado, como si la gravedad se hubiera invertido.

Los investigadores vertieron un líquido (aceite de silicona o glicerol) en un recipiente transparente. Al agitarlo con vibraciones verticales e inyectar aire en la base, el líquido empezó a levitar. Este experimento ya se había realizado antes, pero ahora los autores han dado un paso más al mostrar que los objetos, como un barquito, pueden flotar boca abajo en el líquido que levita. Un increíble efecto antigravedad.

Además, las observaciones hechas por el equipo desafían el principio de Arquímedes, según el cual un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso del fluido desalojado. Sin embargo, en el experimento, esta fuerza de flotabilidad se refleja en la parte inferior de la capa líquida que levita. Lo mismo que le ocurre al bote que flota en la parte superior del líquido le pasa al que flota en la parte inferior simultáneamente. Incluso si es empujado suavemente con el dedo, el bote vuelve a la normalidad, como ocurre cuando se empuja un barquito de juguete en una bañera. Esto, según los autores, es más que una simple curiosidad náutica: tales fenómenos podrían tener aplicaciones prácticas en el transporte de gas o materiales atrapados en fluidos.

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