Los míticos Concorde, los últimos aparatos supersónicos que han surcado los cielos, fueron retirados tras el accidente de 2003
Los míticos Concorde, los últimos aparatos supersónicos que han surcado los cielos, fueron retirados tras el accidente de 2003 - abc

La NASA invertirá más de seis millones de euros en aviones supersónicos ecológicos

La agencia espacial estadounidense selecciona a ocho equipo, entre los que destacan investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y los Laboratorios Wyle

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La NASA está dispuesta a invertir más de seis millones de euros en investigar cómo volver a realizar vuelos supersónicos, en esta ocasión, de una forma más barata y respetuosa con el medio ambiente. El blog IFL Science. recuerda que este tipo de vuelos se realizó por última vez en 2003, de la mano de los míticos Concorde que apenas realizaron 50.000 escasos vuelos durante los más de 26 años que estuvieron en activo.

Para ello, el Proyecto comercial de Tecnología Supersónica Comercial de la NASA ha seleccionado a ocho equipos a los que ha concedido una parte de los más de seis millones de eurosdestinados a esta investigación. Sus líneas de investigación irán orientadas a cómo los efectos de las turbulencias afectan a la explosiones sónicas al impacto medioambiental de los vuelos y a cómo hacer los aviones más silenciosos.

Si no surgieran imprevistos por el camino, la agencia espacial de los Estados Unidos espera que los vuelos supersónicos comerciales sean viables dentro de 15 años.

Una gran parte de las inversiones irán dirigidas al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y a los Laboratorios Wyle, de tal forma que cada uno recibirá 1,2 millones de dólares para investigar el impacto medioambiental de los viajes supersónicos en la estratosfera, y cómo las explosiones sónicas son moldeadas por las turbulencias, respectivamente.

Retos

Los ochos grupos de investigadores deberán hacer frente a varias incógnitas, que se les abrirán enseguida. Entre ellas, el impacto sobre el medio ambiente ya que, a pesar de que este tipo de aparatos podrían realizar su ruta en la mitad de tiempo que los aviones actuales, se queman grandes cantidades de combustible. También habría que estudiar la interacción de sus emisiones con la capa de ozono.

Otro problema al que tendrán que hacer frente los grupos de investigadores, que colaborarán con la NASA, será el de convertir estos aparatos en menos ruidosos. El Concorde, por ejemplo, realizaba un rugido tanto en el despegue como en el aterrizaje por lo que la agencia espacial de los Estados Unidos quiere que se vea la forma de amortiguar este ruido. Algo en lo que este organismo podría ya haber hecho algunos progresos.

De igual modo, otro de los retos será hacer más económicos los vuelos. En este línea, algunos analistas apuntaron en su momento que el Concorde era demasiado caro. Algo que el piloto más veterano de este mítico aparato niega categóricamente, y atribuye el final de esta clase de aparatos a motivaciones políticas.