Momento de la explosión del cohete Antares en las instalaciones de Wallops, en Virginia
Momento de la explosión del cohete Antares en las instalaciones de Wallops, en Virginia - AFP

La NASA mantiene la privatización pese a la explosión del cohete

El próximo 9 de diciembre está prevista la próxima misión para abastecer a la Estación Espacial

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La agencia espacial estadounidense aseguró ayer que no hay un plan B a la «privatización» de los vuelos suborbitales, a pesar de la explosión sufrida a última hora del martes por causas aún no aclaradas por un cohete no tripulado lanzado por Orbital Sciences, que llevaba una nave de carga con 2.273 kilos de suministros. Cohete y nave estaban valorados en 160 millones de euros.

De acuerdo con la NASA, tanto esa compañía como SpaceX continuarán cumpliendo el encargo de la agencia de abastecer a la Estación Espacial Internacional, situada a 418 kilómetros de la Tierra y en la que permanentemente hay astronautas. Cohetes de esas compañías han realizado ya un total de cinco vuelos a la Estación Espacial.

«Lanzar cohetes es una empresa increíblemente difícil, y aprendemos de cada éxito y cada fracaso», indicó un comunicado de la NASA. Orbital Sciences, sostiene, ha dado muestras de «extraordinarias capacidades» en sus dos misiones anteriores, a las que hay que sumar las tres de SpaceX, que tiene programada la cuarta el 9 de diciembre. «No nos detendrá de nuestro trabajo para expandir nuestra ya exitosa capacidad para lanzar envíos con carga desde la costa de Estados Unidos a la Estación Espacial Internacional», advirtió.

Las últimas palabras hacían referencia a la desventaja en que puede quedar EE.UU., en caso de nuevos fallos en las misiones, frente a la agencia espacial rusa, Roskosmos, que se ha mostrado más eficiente en el envío de suministros a la Estación. Precisamente, pocas horas después de que estallara el cohete Antares, tras despegar de las instalaciones de Wallops Flight, en la costa de Virginia, un cohete Progress ruso fue lanzado desde Kazajstán, de acuerdo con el plan previsto anteriormente, y llegó a medio día de ayer a la Estación Espacial, llevando alimento, combustible y otros suministros.

Moscú rápidamente expresó su disposición a realizar más misiones si desde Washington era requerido. Para demostrar que EE.UU. no se queda atrás en la carrera espacial, las autoridades estadounidenses dieron ayer especial publicidad al lanzamiento que tuvo lugar ayer en Cabo Cañaveral de un cohete Atlas operado por la Fuerza Aérea, cuya misión militar era colocar en órbita un satélite de GPS.

Crisis y recortes

Tras el fin del programa de transbordadores y en el marco de la crisis y la necesidad de recortes, la Administración Obama determinó que la NASA concentrara sus recursos en misiones más ambiciosas y subcontratara compañías privadas para los vuelos suborbitales. Después de haber convocado un concurso, la NASA cerró un contrato de 1,9 millones de dólares con Orbital Sciences -que ayer se desplomó en Wall Street-, y otro de 1,6 millones con Space X, para ocho vuelos cada uno.

En la Estación Espacial hay en estos momentos dos astronautas de la NASA, uno de la Agencia Espacial Europea y tres de la agencia rusa. A pesar del frustrado envío de material debido a la explosión del cohete Antares, los seis astronautas contaban con suficiente abastecimiento, aunque el cohete ruso se hubiera demorado en llegar.