Antonio Baños (a la izquierda) y David Fernández, su predecesor como cabeza de lista de la CUP
Antonio Baños (a la izquierda) y David Fernández, su predecesor como cabeza de lista de la CUP - efe

¿Es la antisistema CUP más sensata que Artur Mas?

Partidaria de la desobediencia y de la secesión exprés, descarta ahora independencia unilateral porque no hay mayoría social

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Antieuropea, partidaria de la desobediencia civil y de la independencia exprés -nada de esperar 18 meses, como establece la hoja de ruta de Junts pel Sí-, la Candidatura de Unidad Popular (CUP) ha alcanzado un enorme protagonismo en estas elecciones autonómicas, que no por anunciado -las encuestas apuntaban a un aumento de diputados-, ha sido menos llamativo. De esta formación antisistema, que ha obtenido diez diputados, depende que Artur Mas sea presidente, pues los 62 escaños logrados por Junts pel Sí no alcanzan la mayoría absoluta.

CUP se niega a investir a Mas, a quien identifican con la corrupción, los recortes sociales y el capital. Algo acorde con sus ideología de izquierdas, pero desconcertante desde el punto de vista soberanista, dado que con su negativa, estarían vetando la formación de un Gobierno cuya finalidad es lograr la creación de un Estado propio.

Sea por estrategia de partido, sea por coherencia, lo cierto es que el partido que ha presentado a Antonio Baños como cabeza de lista rechaza ahora la aprobación de una declaración unilateral de independencia (DUI) porque no hay mayoría social que la respalde. Es decir, que la suma de Junts pel Sí y CUP alcanza los 72 diputados, pero no logra la mayoría de votos. "El plebiscito se ha perdido, por tanto no hay DUI", afirma Baños, poniendo de manifiesto algo que el propio Artur Mas se niega a reconocer: que los resultados del 27-S han evidenciado la división social que provoca la secesión en Cataluña.

La coherencia de la CUP choca con su imagen de origen insurgente. Para indagar en sus orígenes hay que remontarse a finales de los años ochenta, cuando un fragmentado movimiento independentista catalán, cuyo brazo armado, Terra Lliure, había sido prácticamente desmantelado, se marca como objetivo incidir en los gobiernos municipales. En 1986 nace la Assamblea Municipal de l’Esquerra Independentista (AMEI), apoyada por una serie de colectivos que de manera espontánea comienzan a llamarse Candidaturas o Colectivos de Unidad Popular, que progresivamente obtendrían representación en distintos ayuntamientos. hasta llegar a las elecciones municipales de 2011, donde obtienen 109 concejales y representación en algunas capitales de comarca como Gerona, Manresa, Vilanova i la Geltrú o Mataró. Al año siguiente, la CUP daría el salto al Parlamento de Cataluña con tres diputados y David Fernández marcando un estilo muy personal. El domingo, triplicó sus escaños y se volvieron decisivos.

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