Colau al ser investida como alcaldesa
Colau al ser investida como alcaldesa - reuters

Colau promete gobernar con realismo: «No somos ingenuos»

La nueva alcaldesa de Barcelona exige a Mas que no «menosprecie» la ciudad

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En su primera intervención como alcaldesa, Colau ha transmitido un mensaje medido, más moderado que el programa con el que ganó los comicios, señalando que ha «ha habido un voto por el cambio, y el cambio debe producirse, pero también se ha dado un voto por el diálogo, la pluralidad, y los matices. Y estamos aquí para obedecer a la ciudadanía. No nos tiene que dar miedo la pluralidad». En esta línea, y en consonancia con las intervenciones del resto de grupos, todos apelando al espíritu colaborativo, la primera alcaldesa de la ciudad de Barcelona ha prometido «gobernar contando con todos». «Quiero ser la alcaldesa de los 73 barrios de Barcelona por igual», ha señalado.

Colau ha aludido también a su compromiso social.

«Estoy muy orgullosa del activismo social y me produce perpejlidad que proceder del activismo sea para sectores minortitarios un demerito». En el pasaje de su intervención de resonancias más claramente indignadas, Colau ha señalado que «se pueden conquistar derechos si nos lo creemos». «Es imprescindible una nueva forma de gobernar, que la gente sea la protagonista. Votar cada cuatro años no es suficiente», ha añadido la alcaldesa, que ha reclamado, como hizo hace pocos días, que la gente «empuje» desde la calle a hacer política cuando sea necesario.

En un mensaje dirigido a sus votantes, Colau ha reconocido «que no todo se puede hacer en un día, no somos ingenuos, nos enfrentamos a poderes fácticos y a inercias». En alusión al legado que recibe, Colau ha asegurado que no hara tábula rasa: «Se han hecho cosas bien, pero también otras mal. Les daremos continuidad a las positivas, pero no estamos para repetir lo malo». Está bien que Barcelona sea «referente económico, sí, pero de economía justa». De igual forma, y con respecto al proceso soberanista, Colau no ha ido más allá -es decir, se ha quedado en la indefinición- expresando el «firme compromiso de la ciudad por el derecho a decidir su futuro y conseguir una soberanía real».

Trias promete una oposición «exigente»

Por su parte, el alcalde saliente Xavier Trias ha prometido una oposición «exigente y positiva», augurando colaboración si Colau no rompe con lo que se ha venido a definir como «modelo Barcelona», y estando también al lado de la nueva acaldesa si esta pone la ciudad al frente del proceso soberanista. «Barcelona tiene que estar al lado de las ansias de libertad de los catalanes», ha señalado Trias, que ha puesto en valor la salud financiera del Consistorio barcelonés

Carina Mejías (Ciudadanos), ha destacado un hecho obvio, «que por primera vez una mujer acceda al cargo». La líder de C's, que ha irrumpido con fuerza en el Ayuntamiento con cinco ediles, ha rechazado «cualquier política que trate de dividir la sociedad y signifique la sumisión de la ciudad a proyectos separatistas» Mejías prometió estar «alerta anter las rupturas y el populismo social». La líder de C's ha recordado que el incumplimiento de las leyes no es una opción, «sí en cambio el uso de recursos públicos para combatir las injusticias de las leyes que se consdieren injustas».

Alfred Bosch (ERC), al frente de un grupo que es la cuarta fuerza en un plenario de fragmentación, ha expresado su deseo de que ya en este mandato «Colau puedar ser la alcaldesa de la capital de la República de Cataluña». Tras haber votado favorablemente a la investidura de Colau, anticipo de un acuerdo más amplio probablemente a partir de otoño, ha añadido que «miraremos de avanzar en el eje social, el nacional y en la transparencia», ha señalado Bosch

Por su parte, Jaume Collboni (PSC), ha reivindicado el legado de los gobiernos socialistas (Serra, Maragall, Clos, Hereu...), con una «mano tendida a la mayoría, pero también al resto de partidos». «La ciudad ha dicho que hacía falta un cambio, pero diciendo también que hace falta colaboración entre los grupos políticos».

En su intervención, Alberto Fernández (PP), ha considerado que el gobierno de Colau «es un regreso a los tripartitos más escorados a la extrema izquierda y al independentismo». El jefe de filas del PP ha prometido una oposición rigurosa, pero también «apoyo a los proyectos sensatos». Por contra, ha reclamado a la nueva alcaldesa que no sume Barcelona al proyecto independentista: «No queremos una Barcelona con hoja de ruta propia o impropia por la separación». Fernández ha resumido así lo que para el grupo del PP debería ser el próximo mandato: «Respeto a al ley y pasar de las falsas utopías a las realidades ciertas».

María José Lecha (CUP), marcando el tono de un grupo que se sitúa a la izquierda de la plataforma ganadora, ha comenzado reivindicando «los centros sociales okupados». «Hay que abandonar la marca Barcelona, no nos faltan empresas que respeten códigos éticos, sino cooperativas», ha apuntado Lecha, que ha recordado el «compromiso anticapitalista» de la CUP. Para finalizar ha acabado con un «Visca la terra lliure».

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