Cádiz CF

Cuatro cartas

Quedan cuatro naipes en la mano que marcarán su desenlace: un casi salvado Elche, una necesitada Real Sociedad, un relajado Real Madrid y la incógnita del duelo, de la traca definitiva con el Alavés

El alto nivel exhibido y la palpable recuperación apreciada durante esta reciente era de Sergio González bien merecerían que el equipo ya hubiera alcanzado la gloria de la salvación o se encontrara a un suspiro de conseguirla

La temporada del Cádiz CF pende de la inestable tensión de un hilo

El Cádiz CF afronta una intensa recta final del campeonato liguero. EFE
Pepe Reyes

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Fresca aún la herida de la inesperada derrota frente al Athletic, no repuestos todavía de la estresante pesadilla que supuso aquel frenético segundo tiempo, en el que los amarillos se comieron a los leones sin recompensa alguna en el marcador, retornábamos a las andadas en el Sánchez Pizjuán, donde volvimos a afrontar el duelo con el tremendo lastre del gol encajado en sus inicios.

Loable y hasta sorprendente resultó la reacción en ambos casos, pero las urgencias clasificatorias que se padecen no dan para entretenernos en rimbombancias de gestas, retóricas de hazañas ni áuricas épicas de remontadas. Necesitamos puntos, urgen las victorias, y el camino más seguro para obtenerlas empieza por abordar los encuentros sin la angustiosa rémora de tener que levantarlos. Pues salvo esos minutos iniciales de incomprensible despiste, el Cádiz CF fue mejor que sus rivales, a los que superó en intensidad, en juego, en intención ofensiva y a los que generó una cantidad considerable de ocasiones de gol.

El alto nivel exhibido y la palpable recuperación apreciada durante esta reciente era de Sergio González bien merecerían que el equipo ya hubiera alcanzado la gloria de la salvación o se encontrara a un suspiro de conseguirla. Pero el fútbol nada sabe de méritos, solo entiende de resultados. De nada sirve acordarse de esos puntos que injustamente se escaparon en tal o cual partido si, al cabo, la única verdad que impera es la marcada por el listado aséptico, gélido y vertical de una tabla clasificatoria.

Esa que ya se relame para dictaminar su designio absoluto e inapelable el próximo 22 de mayo. Hasta entonces, todo por decidir y el futuro en nuestras manos, de la inestable tensión de un hilo pende la temporada. Y de esta reñida partida que es la liga, quedan cuatro naipes en la mano que marcarán su desenlace: un casi salvado Elche, una necesitada Real Sociedad, un relajado Real Madrid y la incógnita del duelo, de la traca definitiva con el Alavés. Necesitaremos aplomo, valentía y decisión en su manejo... y alta dosis de fortuna para que finalmente nuestras cartas se proclamen ganadoras.

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