Cádiz CF: El orden y el caos

"Estoy en el Cádiz CF por el orden y mi orden me echará del Cádiz CF. El desorden me altera". Son palabras de Álvaro Cervera, que sabe que en el fútbol dos más dos pueden no ser cuatro pero sí que se aproxima bastante al resultado exacto. El caos no está en su catecismo futbolístico y yo empiezo a preocuparme.

Porque sigo pensando que Cervera es lo mejor que le ha pasado al Cádiz CF en los últimos años. Porque sigo creyendo que sin una de las mejores cinco plantillas para ascender, lo hizo, y con una plantilla llamada a estar luchando por el descenso en Primera, la mantuvo con solvencia. Todo basado en la cabezonería del orden.

Él ha dicho que el orden lo echará del Cádiz CF. Y es lo que me preocupa. Porque el equipo no va, no ha empezado bien. Porque los mejores en los partidos suelen ser 'Pacha' Espino con todo su pundonor y briega, y el portero de maneras argentinas bajo el arco, tan criticado a veces como salvador muchas. Y Álvaro Cervera, en su orden, no lo veo que quiera tocar algún cable táctico para cambiar la cosa. Parece fiado a que el trabajo de siempre dará sus frutos. Y en fútbol la lógica no siempre existe.

Cambiar el rumbo de la situación está en manos del cuerpo técnico. Pero también de los jugadores. Parece como si alguien con carácter, que pueda saber lo que cuesta y donde está de pie, como puede ser Fali, les tenga que decir las verdades del barquero dentro del vestuario alguna vez. Que se dejen de cuentos de hadas y luz de relumbrón y les recuerden que son de Primera porque eran currantes. Lo de 'La Lucha No Se Negocia', lo que daba ese plus de trabajo que suplía las carencias que se podían tener.

No seré yo quien pida un once diferente a lo que saque Álvaro Cervera. Él los conoce, los ve trabajar y sabe lo que se cuece en el vestuario, problemas personales incluidos. Pero sí pido una reacción de todos, porque en las reacciones futbolísticas está todo inventado y se sabe que cuando los parroquianos se vuelvan al palco para pedir explicaciones, indignado además afeando que se piense más en el cemento del nuevo estadio que en la calidad de lo que se pone sobre el verde, la cuerda se desordenará por el que apuesta por el orden. Y eso sería caminar sobre el caos. Y caminar sobre el caos es malo.