No hay más pruebas por delante

El Cádiz completó su pretemporada con la disputa del encuentro ante el Sevilla en el Trofeo Antonio Puerta. Los amarillos no pudieron con los hispalenses a pesar de ser superiores durante gran parte del choque y completaron una pretemporada que demuestra muchas carencias y necesidades para una plantilla que luchará por la permanencia en LaLiga Santander.

Los de Sergio González comienzan el campeonato regular el próximo domingo y llegan con muchas dudas. El Cádiz inició la pretemporada en Benalup-Casas Viejas ante el Barbate, en un duelo que solventó con facilidad. Pocas conclusiones, aunque introductorias para el tramo que venía por delante en Marbella. Allí esperaban el Málaga, Las Palmas y el Lille. Rivales de dificultad y nivel progresivo que se le atragantaron a los amarillos de la misma manera. De mal en peor. Victoria ante el Málaga, empate ante Las Palmas y derrota frente a los franceses.

La falta de fichajes ya empezaba a enturbiar el ambiente, y la falta de juego y resultados remataron. Todos sabían la necesidad de los amarillos para generar. El nivel defensivo es una parcela que no causa dudas en los aledaños técnicos, pero el miedo a ser un bloque plano y estéril maneja la situación. En caso de estar obligados a producir, el Cádiz es un equipo muy pobre y todos lo saben en su entorno. Y, ahora mismo, es la mayor preocupación.

Hasta el momento el Cádiz ha incorporado a Awer Mabil y Joseba Zaldua, además de recuperar a Rubén Alcaraz y a Víctor Chust. Obviando al australiano, la fijación ha estado en la parcela defensiva. La pólvora ofensiva brilla por su ausencia y las lesiones de ciertos jugadores agravan un escenario que pinta negro, aunque puede esclarecerse si se tiene en cuenta que faltan piezas capitales para Sergio.

Iván Alejo o Rubén Sobrino fueron claves para conseguir la permanencia la temporada anterior y aún no han podido demostrar su influencia durante la pretemporada. Factores que distorsionan la planificación de una plantilla que, de igual manera, necesita de mucha más dinamita.

Porque el problema del Cádiz en estos momentos es de tres cuartos para arriba. La parcela defensiva está cubierta, pero a la hora de generar existen carencias evidentes. Y, a pesar de las ausencias por lesión, hacen falta fichajes. Un jugador que sea diferencial para generar donde nadie más genera. Un extremo, un centrocampista con recorrido y, puestos a pedir, un delantero.

Falta una semana para el comienzo liguero y el Cádiz de Sergio González no genera desconfianza. El trabajo técnico táctico está asegurado, pero se necesita de ese chispazo que crea lo diferencial en ataque. Ese Lucas Pérez que ofreció lo que nadie ofrecía donde nadie creaba. Es 7 de agosto y el mercado debe aprovecharse.