Crónica de una fiesta (no) anunciada: así se tiñeron las Puertas de Tierra de amarillo

El día podía terminar de la mejor o peor manera posible. La historia siempre reservó la segunda parte de la frase para los cadistas, pero en esta ocasión fue diferente. El gol del ‘Choco’ Lozano y el favor perico ante el Granada conservan la Primera División para un Cádiz que tuvo nervios durante gran parte del partido y acabo logrando la épica. El de hoy será un día recordado por todos los que sientan en el corazón lo que es ser de este equipo. El de hoy es el primer día de un Cádiz que disputará su tercera consecutiva en LaLiga Santander.

Nada más terminar los encuentros en Mendizorroza y en el Nuevo Los Cármenes, los gaditanos se movilizaron. El Mallorca venció a Osasuna pero el Granada no pudo con el Espanyol, y ese margen de maniobra fue aprovechado por los amarillos. El Cádiz necesitaba un empujón y Lozano se pasó de frenada en el mismo. Llamó a la locura y la locura acudió a la llamada. Ya nada se iba a torcer. Hasta uno de los palos de la portería que atacaba el conjunto nazarí se alió con el Cádiz. Los de Sergio González fueron, eran y son de Primera División. Pero el fútbol, a veces, es tan injusto que solo pone un gol de por medio para ponerlo en duda. El tanto granadino no llegó, el Espanyol aguantó y los nuestros se quedaron en la máxima categoría del fútbol español.

La avenida principal de la capital gaditana ya comenzaba a crear bastante ruido a escasos minutos de la finalización del choque. Las bocinas de los coches se convertían en directores de orquesta para dar melodía a una alegría que desbordaba. La Policía Local cortó el tráfico a la altura del Parque de Varela, y en el colegio Argantonio por el costado de la Avenida de la Sanidad Pública. Miles de cadistas se agolparon así en las Puertas de Tierra, donde, con el paso de los minutos, se iban multiplicando las gargantas para celebrar por todo lo alto el éxito cadista.

Aparecieron las bengalas y los primeros baños en la fuente. Eso es tradición y no se puede perder. El negro de la carretera y el color arena de las Puertas de Tierras se fueron tornado en un amarillo feliz, consciente de la gesta que había logrado. La fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche y culminó con la llegada de los jugadores del Cádiz alrededor de las 03.00 horas.