Cádiz CF
Sobrino: «Es normal que desde la grada exijan. Yo también lo haría como aficionado»
«Yo sé que tengo que marcar la ocasión tan clara que fallo ante el Mallorca. No pongo paños calientes», apunta con autocrítica
«Me siento muy querido por el cadismo. En Cádiz se transmite una energía muy positiva», añade el delantero
«Cervera me ha dado toda su confianza y yo se la tengo que devolver»
«Celebraré el gol como lo celebraba Kiko cuando marque»
Rubén Sobrino está totalmente adaptado a Cádiz y al Cádiz CF. El manchego ya es uno más en tierras gaditanas, club al que regresó meses después de un exitoso periodo de cesión.
Ahora ya es jugador del Cádiz CF a todos los efectos tras llegar libre desde el Valencia y en cada encuentro se deja la piel y el alma para defender su escudo.
Comenzada la Liga llegó y firmó por tres temporadas y en La Tacita de Plata quiere hacer historia en Primera. Compromiso, ganas y dedicación no le faltan. Por eso siente el calor del cadismo, aunque a veces se eche en falta su olfato de cara a puerta. Pero Sobrino es exigente y autocrítico, y por eso lucha para mejorar esa faceta.
Él, indudablemente, es de los que jamás negocia la lucha. Puro Cádiz CF.
-En líneas generales se le ve feliz en Cádiz. ¿Siente el cariño del cadismo? ¿Es bueno el trato? ¿También el de los medios de comunicación?
-Querido no, muy querido por el cadismo. Al menos hasta el momento. Yo vine aquí después de una etapa en Valencia en la que no jugaba con asiduidad y aquí congenié de inmediato con todos. Tanto el Cádiz CF como su entorno transmiten una energía muy positiva.
Mi relación con los medios de comunicación de aquí es buena, sin problemas. Habrá de todo un poco. Yo ya vengo curado de espanto de mi etapa en el Valencia, un gran club en el que no pasan por su mejor etapa. Allí hay muchos medios de comunicación y la presión es enorme. Pero eso ya viene incluido en nuestro sueldo y hay que saber vivir la presión y la situación. Cuando juegas en Primera ya sabes que eso puede suceder porque muchas miradas se centran en estos clubes. Por tanto intento no obsesionarme. Es una parte más de mi trabajo.
-¿Cómo lleva la vuelta de los espectadores a los estadios? ¿Es muy diferente jugar con público que hacerlo sin espectadores?
-Afortunadamente ha vuelto el público a los estadios. Se agradece porque el fútbol vuelve a ser como era antes del Covid-19. Faltaba ese empuje en los encuentros, se echaba de menos ese ambiente. Parece que poco a poco, pero el fútbol vuelve.
Y ahí quiero hablar de la afición del Cádiz CF. Es espectacular porque no es un estadio muy grande, pero con una afición tan entregada y animosa parece que hay el doble de espectadores en las gradas. Es algo que se ve desde fuera, pero cuando lo vives en primera persona no se puede explicar.
-Usted se deja el alma y la piel cuando juega. Igual que, por ejemplo, 'Pacha' Espino. ¿Qué siente cuando recibe pitos por parte de algún sector de la afición? ¿Pasa factura durante el juego o a la hora de la definición?
-Siempre soy muy trabajador y soy consciente que a los delanteros siempre se nos pide el gol. Aquí el trabajo es muy diferente al de otros equipos porque todos tenemos que remar para ser un bloque compacto, desde el portero hasta el delantero.
Sinceramente no creo que la afición me haya pitado de manera continuada. Que se haya podido desesperar el público por una acción puntual, pues sí, pero son gajes del oficio.
Por ejemplo, la ocasión tan clara que fallo ante el Mallorca yo sé que la tengo que marcar. Ahí no pongo paños calientes. Y es cierto que luego sufro unos minutos de bajón porque era clave marcar ese gol. Los sufro porque soy exigente y durante ese momento le doy vueltas a la cabeza. Reconozco que tuve diez minutos en los que no estuve bien. Perdí tres o cuatro balones muy sencillos, que no suelo fallarlos, y es normal que desde la grada exijan. Yo también lo haría como aficionado.
Pero más allá de eso estoy muy contento. De hecho en ese partido me recuperé. Y luego en San Mamés creo que completé un buen partido.
-Quizá esa presión comparada con la de Mestalla sea un juego de niños, ¿verdad? Allí siempre son muy exigentes...
-En Valencia debido a la dimensión del club hay mucha presión. Eso es algo que tienes que aceptar cuando juegas en Primera. Viene incluido en el sueldo.
-¿Alguien le habló del Cádiz CF antes de llegar esa primera vez?
-No. No me gusta hablar con nadie de esos temas. Yo lo que veía desde fuera era un equipo comprometido, muy implicado, con mucho hambre de fútbol. Y no me equivocaba. Luego descubrí también que había un gran vestuario.
-Por cierto, ¿cómo fue el pasado verano? ¿Lo vivió con incertidumbre? ¿Cuándo supo que jugaría en el Cádiz CF?
-Yo me centraba en entrenar con el Valencia e intentar jugar. Incertidumbre había porque en algún momento podía salir, pero había que centrarse en la actualidad del momento porque soy un profesional. Lo supe al final y aquí estoy ahora.
-Complete la frase. El Cádiz CF es para Rubén Sobrino...
-El pasado invierno fue una oportunidad para reencontrarme como jugador sobre el rectángulo de juego. Ahora lo es todo y por eso lo doy todo por el club.
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