Cádiz Cf

Rubén Sobrino, un incomprendido que nunca falla

La falta de olfato goleador del nacido en Daimiel eclipsa una serie de cualidades y atributos que siempre suman al bloque de Sergio González

Sin tiempo para descansar

Rubén Sobrino celebra el tanto anotado ante el Getafe Antonio Vázquez

P.V.

Rubén Sobrino es un futbolista que parece estar siempre mirado bajo lupa en el Cádiz CF. El atacante no convence al respetable amarillo por su dificultad para aportar en la producción ofensiva, pero lo cierto es que, viendo su rendimiento, sería muy injusto para el fútbol de los de Sergio González dejar de valorarle. Ante el Espanyol, el de Daimiel fue la pieza más destacada en la parcela atacante junto a Chris Ramos.

Vamos por partes. A Sobrino nunca le ha sentado bien estar responsabilizado del gol en el cuadro amarillo. Cuando Álvaro Cervera quiso acercarlo a posiciones más adelantadas fue cuando el jugador ofreció su peor rendimiento. Algo así como juzgar a un pez por su capacidad de trepar árboles.

Con el aterrizaje de Sergio González, el técnico catalán supo leer que la aportación del manchego iba a ser multiplicada alejándole del área, y otorgándole una posición más retrasada que le permitiera, por un lado, hacer gala de su buena zancada y habilidad para abarcar metros y, por otro, ofrecer una serie de correcciones tácticas y posicionales que aportan una solidez y una seriedad al bloque vitales para la fiabilidad defensiva.

Porque, a pesar de su condición de hombre ofensivo, Sobrino se caracteriza por su buena lectura del juego, su inteligencia para detectar espacios en las líneas y acudir a su inmediata corrección o su solidaridad y trabajo defensivo. Es obvio que, con la lesión de Ocampo, el Cádiz ha perdido fuelle diferencial en los últimos metros. La creatividad y la chispa disminuyen para dar paso a ataques más posicionales y mascados.

Y es que a Sobrino también le ha liberado el mercado de invierno. Las incorporaciones en materia de dinamita goleadora han arrastrado a un segundo plano que favorece al futbolista en esta faceta. Ahora, las miradas en la producción ofensiva están en Sergi Guardiola, Roger Martí, Bongonda o Chris Ramos antes que en el de Daimiel.

Ante los pericos de Luis García, el atacante volvió a demostrar que es un jugador ideal para un bloque como el confeccionado por Sergio González. De hecho, desde el buen hacer, el costado izquierdo amarillo fue la zona del campo por donde más peligro creó el Cádiz CF. Los arrastres de Sobrino fueron aprovechados por un Pacha que fue un puñal por esa zona durante buena parte del encuentro.

Además, finalizó en una demarcación más centrada, para dotar de solidez y cohesión a la medular tras la incorporación de Álex Fernández, un futbolista que ayuda en la construcción pero más débil que Fede San Emeterio en la destrucción. Un partido más en el que Sobrino, sin ser diferencial en el marcador, fue diferencial para el correcto funcionamiento del equipo dirigido por Sergio González .

Ante el Betis, por ejemplo, fue el autor de dos recuperaciones que desembocaron en acciones determinantes. Una, a punto estuvo de finalizar en el tanto inicial de Bongonda y, otra, minutos, después, provocó la expulsión de Sergio Canales. Acciones de mérito y que cambian favorablemente encuentros pero que no suman en las estadísticas que todos miramos. Un incomprendido.

Declaraciones tras el encuentro ante el Espanyol

Tras el choque, Rubén Sobrino valoró el punto cosechado en el RCD Stadium. "Sabíamos que lo más importante era sumar. Está claro que hemos intentado ir a por los tres puntos. Este punto nos sabe bien para seguir en buena línea y jugar en casa con la fortaleza de jugar con nuestra gente. Debemos ir a por los tres puntos".

Además, ponía la vista en el choque ante Osasuna. "Jugar en casa siempre es un plus, vamos a intentar ir a por los tres puntos. Veo al equipo con muchas ganas y, como estaba diciendo, con esa fortaleza de jugar con nuestra gente debemos ir a por los tres puntos".

Rubén Sobrino, un incomprendido que es una pieza fundamental en el esquema de Sergio González y que, lejos de ser tan llamativo y desequilibrante como Brian Ocampo, está supliendo de maravilla su ausencia en el lado izquierdo del ataque amarillo.

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