Cádiz Cf

Riqueza táctica

Las llegadas de Robert Navarro y Rominigue Kouamé amplían el abanico de posibilidades de Sergio González

¡Cómo hemos cambiado!

Sergio González, junto a Diego Ribera, en el banquillo del feudo gaditano La Voz

Pablo Vallejo

A diferencia de los años anteriores desde el regreso a Primera División, el Cádiz no ha tenido que ir a contrarreloj en los últimos días del mercado de fichajes. Tras afianzar las incorporaciones necesarias, la entidad amarilla acometió las llegadas de Robert Navarro y Rominigue Kouamé sobre la bocina y, a pesar de no satisfacer las carencias en el extremo derecho y en el centro del campo a nivel de corte defensivo, lo cierto es que han otorgado a Sergio González una serie de alternativas y variantes que enriquecen enormemente la plantilla amarilla y, por otro lado, la ideología futbolística del técnico catalán.

Para todo el cadismo es sabido que Sergio González es inamovible en cuanto a su postura con el esquema 1-4-4-2. Así lo ha demostrado desde que aterrizara en la Tacita y, con los buenos resultados como seguro, así lo va a seguir defendiendo. Además, el equipo ha llegado a un nivel de mimetización y entendimiento con el dibujo táctico que ha permitido la clara conexión y buen funcionamiento de los futbolistas sobre el terreno de juego. Pero para vivir hay que adaptarse y el técnico bien lo sabe. Y no todos los choques serán iguales. Por eso, las llegadas del catalán y del maliense permiten a Sergio tener una serie de variantes que antes no tenía y que, además, le permite adaptarse a los distintos retos que se le planteen ya sean antes o durante un encuentro.

Por un lado, Robert Navarro no es ese futbolista que se requería para el extremo derecho, así como Tiago Gouveia u otros que sonaron durante el mercado. Por eso, el cadismo tiene mucha curiosidad por ver como usa el técnico al jugador. Con muchísima calidad en la diestra, el catalán puede jugar en varias posiciones en el frente de ataque, pero su naturaleza futbolística invita a pensar que no sería el más indicado para ocupar una demarcación de banda en un 1-4-4-2. O sí, todo es cuestión de la capacidad de adaptación que tenga el atacante. Pero lo cierto es que la llegada de Robert Navarro posibilita una serie de alternativas muy interesantes. Porque puede actuar por la izquierda, pero con una inercia interior difícil de esconder. Además, se siente muy cómodo jugando en la mediapunta, donde ha demostrado un gran nivel y ofrece atajos ofensivos que el Cádiz no puede menospreciar. A priori, la posición en la que menos puede sentir a gusto es la derecha, aunque todo dependerá de cómo amolde Sergio González al equipo. Dicho esto, el catalán podría propiciar que el técnico colocara un 1-4-2-3-1 para favorecer sus condiciones y actuar como enganche. O bien un 1-4-3-3 con una enorme vocación interior y ceder el carril zurdo o diestro a Javi Hernández o Iza Carcelén.

Caso parecido con Rominigue Kouamé. Tanto Borja Lasso como Juanjo Lorenzo han manifestado que el centrocampista nacido en Malí puede actuar de 6 y de 8, pero lo cierto es que, viendo sus condiciones, es más un 8 que un 6. Es decir, que es más un centrocampista con capacidad de romper líneas y generar juego que un futbolista posicional y tácticamente correcto. Por eso, tal y como tiene en su cabeza el fútbol del Cádiz el entrenador Sergio González, cuesta imaginar que Kouamé pueda acompañar a Fede, Escalante o Alcaraz en la medular. Tiene su dosis de anarquía y, aunque puede tener aspectos positivos, lo cierto es que puede propiciar desajustes y espacios que pueden ser aprovechados por el rival.

Por eso, y sin otorgarle el beneficio de la duda, parece que su posición ideal sería la de interior en un 1-4-3-3. Escorado y defendido por triángulo con pivote y compañero para sacar a relucir sus habilidades con el balón. Interesante, cuanto menos, pero requiere de modificaciones en lo táctico. Sin duda, sería su demarcación más acertada. Por otro lado, no se descarta que Sergio lo pueda usar como banda dentro de su inamovible 1-4-4-2. Algo así como hizo con Álex Fernández en Montjuic. Una opción que podría multiplicar la solidez defensiva de los amarillos y, al mismo tiempo, la capacidad de sorprender al rival en labores ofensivas.

Sea como sea, las llegadas de Robert Navarro y Rominigue Kouamé suponen un plus en el abanico de posibilidades que maneja Sergio González junto a su cuerpo técnico. Futbolistas que llegan para sumar pero que, sutilmente, se salen de lo establecido por el entrenador y, por lo tanto, añaden riqueza y variabilidad a los planteamientos del mismo.

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