Cádiz Cf

¡Cómo hemos cambiado!

El cadista disfruta de un tramo temporal de bonanza muy difícil de imaginar hace apenas 365 días

Sergi Guardiola, un paso más

Jugadores del Cádiz celebran el tanto de Machís ante el Villarreal La Voz

Pablo Vallejo

Hace 365 días, el 9 de septiembre de 2022, el Cádiz estaba inmerso en una dinámica tremendamente negativa. No solo en lo deportivo, ya que el equipo acumulaba cuatro derrotas consecutivas y esta a punto de consumar la quinta en el campeonato liguero, sino también en lo institucional, donde la grada mostraba un tremendo enfado y malestar con la directiva debido a la nefasta planificación deportiva y a la falta de entendimiento entre palco y afición. Hoy, un año más tarde, el panorama ha cambiado radicalmente para el Cádiz CF de Sergio González, que disfruta de un parón internacional bajo el placer de un inicio liguero rotundamente positivo, una confección de plantilla muy acertada y una conexión con el cadismo cargada de buenas vibras.

Y es que este verano nada ha tenido que ver con el vivido hace un año. Tras una permanencia agónica – a la par que histórica – en Mendizorroza, tanto Sergio González como el cadismo esperaban que el inicio de la próxima fuera una continuación progresiva y ascendente en todos los aspectos. Nada de eso. En palabras del técnico catalán, las lesiones tuvieron mucho que ver en ese nefasto inicio en el que el Cádiz encadenó cinco derrotas consecutivas sin anotar un solo gol hasta el balsámico triunfo con tanto de Álvaro Negredo en Valladolid. Lo cierto es que todo el mundo sabe, incluso él, que también tuvo mucho que ver la inexistente planificación deportiva aplicada desde la zona noble, con fichajes irrisorios como Awer Mabil o tremendamente tardíos y con necesidad de adaptación como Thèo Bongonda o Brian Ocampo.

Pero eso es otra historia que, afortunadamente, tuvo un final feliz para el cadismo: una nueva permanencia, la tercera consecutiva, tras un tramo final perfecto y una más tranquila culminación en el Martínez Valero. La cuestión es que ahora todo ha cambiado y ha sido para bien. Los fichajes han sido acertados, acordes y coherentes. Las salidas, también. Y, en lo deportivo, que es el terreno que prima, todo ha comenzado sobre ruedas.

Y los motivos son bien sencillos. En primer lugar, y a diferencia de todas las experiencias anteriores en las que tan solo fichajes como Ledesma han ofrecido rendimiento y rentabilidad, este verano sí se ha fichado bien. La mano de Juanjo Lorenzo es notable y así se ha demostrado en el cómputo global del mercado. Porque fichar bien en verano te exime de tener que fichar con prisas en invierno. El curso pasado, durante el mes de enero, llegaron Gonzalo Escalante, Roger Martí, Sergi Guardiola, Chris Ramos y Jorge Meré. Una forma de reconocer que los deberes no se habían realizado cuanto tenían que haberse realizado. Pero rectificar es de sabios y es la situación actual la que se debe valorar.

Tras cerrar las distintas ejecuciones de compra, renovar a Sergio González, superar el culebrón del Pacha Espino y salir ganador en el de Iza Carcelén, el Cádiz de este mercado se ha movido infinitamente mejor que en años anteriores. No solo por las operaciones acometidas, sino por los tiempos marcados. Nada de traer elementos diferenciales a última hora. Nada de experimentos. Operaciones con cabeza que, posteriormente, se han trasladado en éxito sobre el césped.

Porque ese jugador con clarividencia en los últimos metros ya estaba fichado en el mes de julio. Darwin Machís demostró su calidad en el choque contra el Villarreal, donde anotó dos tantos y uno de ellos de muy bella factura. Además, el recambio de un a priori insustituible como Pacha Espino ha caído de pie en el equipo como es Javi Hernández. Por otro lado, Lucas Pires parece demostrar muchas más garantías que Arzamendia, y Maxi Gómez, a pesar de no haber plasmado aún su olfato goleador transmite mejores vibras para una parcela ofensiva que ha sido criticada en los últimos meses por su falta de acierto. Los últimos, Robert Navarro y Kouamé, a pesar de haber aterrizado sobre la bocina, aportan variantes y alternativas al ataque y al sistema táctico de Sergio González.

Todo esto teniendo en cuenta el paso de gigante acometido por el club en el apartado médico. Esta pretemporada se ha tomado como línea principal el lema de cero riesgos, y el nivel físico de la plantilla es bastante bueno a pesar de estar en periodo inicial de temporada. Sin duda, la llegada de Nono Cubero y Joaquín Acedo han supuesto un plus tremendo a la pretemporada amarilla.

Un acierto en el mercado y una senda continuista que desembocan en un inicio liguero como el protagonizado por los amarillos: con 7 puntos de 12 posibles. Y esto sin tener en cuenta el empate in extremis ante el Almería o el merecimiento de haber, al menos, puntuado en la visita al Barcelona en Montjuic.

Hoy, 365 días después de que toda España viera al Cádiz como uno de los claros candidatos a descender a Segunda División, los amarillos se han ido al parón internacional en puestos que dan acceso a competiciones europeas. Una posición totalmente anecdótica, pero totalmente clarificadora de como ha cambiado el panorama para los amarillos. Esto sí es crecer. Pero hay que seguir.

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