Matar dos pájaros de un tiro

El deseado punto de inflexión que tanto había mencionado Sergio González en las ruedas de prensa al fin llegó. El Cádiz tocó el cielo con la cabeza de Álvaro Negredo en el descuento ante el Valladolid y, a pesar de no realizar un buen encuentro en líneas generales, se trajo tres puntos que valen oro y que abren una nueva puerta de optimismo en el entorno amarillo.

El camino hacia el José Zorrilla había sido doloroso. Los de Sergio González estaban hundidos en la última posición de la tabla, desprendiendo un conjunto de malas sensaciones que no hacían presagiar nada bueno de cara al desenlace del campeonato. La nula capacidad ofensiva y el gran número de errores en la zaga, la no dominación de las áreas en definitiva, desgastaban a un conjunto que debe vivir de la eficacia y del equilibrio.

El Cádiz llegaba al encuentro frente al Real Valladolid con dos asignaturas pendientes: que Ledesma dejara la portería a cero y que el equipo lograra estrenarse de cara a puerta. La combinación de las dos era el final perfecto, y así fue. Costó lo suyo, porque Ledesma tuvo que emplearse a fondo y Álvaro Negredo tuvo que acertar en uno de los pocos acercamientos del conjunto de Sergio González. Ambas barreras psicológicas que arrastraba el equipo fueron superadas.

El técnico catalán reconocía en rueda de prensa que el resultado final era “una liberación porque podemos quitarnos la camisa de fuerza para demostrar que estamos aquí por méritos propios y esto sea ojalá el punto de partida". Además, reconocía que "muchas veces el fútbol no es justo, el resultado no lo es pero a veces nos ha pasado también a nosotros en contra".

Ahora el Cádiz sigue teniendo un difícil camino por delante, pero la forma de observarlo es completamente diferente. Confianza y tranquilidad es lo que ha conseguido el conjunto amarillo gracias a la victoria en Pucela, y ahora que llega un parón por selecciones, la forma de trabajar será mucho más sana. Sin olvidar que lo que viene ahora en LaLiga para el Cádiz son dos partidos consecutivos como local. Un bonito momento para terminar de despegar en el campeonato. Del punto de inflexión al punto de partida.