Valladolid - Cádiz
(Crónica) Y los astros se alinearon (0-1)
Conan, otra vez brillante, y un gol de Negredo en el 91' salvan a un equipo superado en Zorrilla
El Cádiz CF suma su primera victoria del curso de manera agónica y marca su primer tanto de la temporada
Valladolid - Cádiz: resumen, resultado y gol (0-1)
Hay dos cuestiones que todo aficionado del Cádiz CF se podía preguntar a estas alturas: ¿Cuándo se irá el equipo a Segunda y cuánto durará Sergio en el banquillo? Era duro pero real... hasta que llegó Negredo en el 91' e hizo posible lo imposible.
Esta vez se consiguió una victoria inesperada por lo visto en el rectángulo de juego, aunque en condiciones normales le hubiesen marcado otros tres o cuatro. Como el Celta o el Barça. Si el Valladolid no lo hizo fue porque le falta gol. Así de simple. Ese gol que llegó en el último suspiro gracias al olfato de Negredo y una nueva cantada de Sergio Asenjo.
La Banda no quería ser una Banda de Cornetas y Tambores. La Banda quería volver a su mejor versión y no ofrecer una semana más, y ya iban unas cuantas esta temporada, un desafinado recital que le hacía ser colista por méritos propios. Con cero puntos y ningún gol festejado.
Al principio no sonaba del todo mal. No es que el Cádiz CF cuajara un partido memorable, pero al menos fue algo más reconocible. En los primeros 25 minutos recordó algo al del pasado curso con Sergio y jugó de tú a tú en casa del Valladolid, un rival directo en la lucha por la permanencia en Primera. ¡Qué menos si pretendes salvarte y jugar con los mejores! Algo es algo. Con eso toca conformarse después de un caótico inicio liguero. A partir de ahí, apaga y vámonos. Hasta que llegó Negredo.
La titularidad de Iza, que entró por Zaldua, fue la gran novedad en el once del Cádiz CF. El otro cambio era la entrada de Víctor Chust por Momo. Fueron las dos únicas piezas que cambió Sergio. Los demás salieron de inicio ante el Barça hace menos de una semana. Debió gustarle al míster lo que vio entonces. O no tenía más para elegir. Vaya usted a saber.
El encuentro comenzó sin un dominador claro sobre el terreno de juego. El Cádiz CF, a diferencia del resto de partidos este curso, salió desinhibido y con ganas de morder a un Valladolid que ni mucho menos se amilanó. Tal es así que Conan Ledesma tuvo que mandar a córner el primer envío de Monchu de falta directa. Después salieron a relucir los nervios en la zaga cadista en las siguientes aproximaciones albivioletas.
El aviso del Cádiz CF hizo temblar al 'Estadio de la Pulmonía'. Fue con una combinación por la izquierda entre Lucas Pérez y 'Pacha' Espino que acabó despejando el central Javi Sánchez 'in extremis'. El lateral izquierdo uruguayo empezaba a recordar al bravo futbolista del pasado ejercicio. Arriba y atrás con una intensa batalla ante Gonzalo Plata, quien sonó en su día para recalar en La Tacita de Plata y quien pudo sacar una amarilla al charrúa. A partir de entonces, 'Pacha' volvió a ser el de este curso. Mal asunto.
Con Sobrino colándose entre línea y línea, Lucas Pérez trató de emular su gol de falta del pasado ejercicio en el Sánchez Pizjuán. Esta vez también la ajustó, pero a menor altura y sin tanto tino. Córner como resultado.
De ilusionante a difuminado
Iván Alejo, otro de los de arriba, también se dejaba notar en su regreso a casa. Bien con centros, bien con disparos. Este Cádiz CF aportaba algo más. Empezaba a recordar al del ejercicio pasado con Sergio. Pero de un plumazo se borró la reacción. El final del primer tiempo fue otro asunto bien distinto, con el Cádiz CF agazapado atrás, incapaz de hilvanar jugadas.
Atrás llegaban los problemas. Con 'Pacha' señalado con amarilla, Plata y Fresneda lo buscaban con ahínco. En una falta provocada por el ecuatoriano fue Lucas Olaza el que lo intentó. En un centro del joven lateral, Weismann se quedó sin enviar el cuero a puerta.
Por el otro extremo, con Óscar Plano a su aire, también ponía el equipo de Pacheta en aprietos al Cádiz CF. Y ahí se notaban las carencias de un equipo que lo pasaba mal en las bandas y apagaba el fuego como podía. Faltaba el aire y se pedía a gritos el descanso, que llegó justo después del enésimo despiste de 'Pacha' y el testarazo que un solitario Weismann no supo mandar al fondo de las mallas. Paró Conan. Menos mal.
Eso hizo que Sergio confiara en uno de sus hombres determinantes: Rubén Alcaraz, con pitada incluida de Pucela (otro que regresaba), hacía acto de presencia. El damnificado era Brian Ocampo, diluido.
Sin embargo, el Cádiz CF cambiaba poco o nada. Si el primero del Valladolid no llegaba era por un fenómeno paranormal llamado Conan Ledesma, que sacó un cabezazo de Monchu, un intento de Kike Pérez y otro a bocajarro de Weismann. Brillante el argentino y muy preocupante el Cádiz CF. En la línea de esta temporada.
Inesperado
Desarbolado en el césped y bloqueado desde su banquillo, Sergio no sabía ya qué hacer. José Mari relevó a Fede San Emeterio (otro ex que fue pitado), Bongonda sustituyó a Álex y, finalmente, Zaldua y Negredo mandaban al banco a Iza e Iván Alejo. Ni por esas. Al míster se le agotaban las balas.
El Valladolid, mientras, iba a lo suyo. Así Óscar Plano se sacó un zapatazo que no entró por puro milagro. Weismann, acostumbrado a enchufarlas en Segunda e insistente, se topaba de nuevo con Conan Ledesma. Y Narváez, recién entrado, no acertaba a marcar tras el enésimo centro de Fresneda, que parecía Cafú.
Solo al final una aparición de Sobrino y un chut de Rubén Alcaraz pudieron hacer posible lo imposible. Y el que lo hizo fue el viejo Tiburón. El primer gol del Cádiz CF esta temporada tardó en llegar, pero fue celebrado como nunca.
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