Cádiz - Espanyol
(Crónica) Otro punto de mejoría (2-2)
Un ogro llamado Joselu evita la primera victoria del Cádiz CF en casa y deja en anécdota el error clamoroso de Lecomte
Víctor Chust y Lucas Pérez rescatan un empate para un equipo gaditano que es superior durante la primera parte y reacciona en la recta final
Las alineaciones del Cádiz - Espanyol
Cádiz - Espanyol: resumen, resultado y goles (2-2)
El Cádiz CF estaba dispuesto a dar de nuevo las gracias al Espanyol, ese equipo que, tras su inesperado empate en Los Cármenes, hizo posible que los gaditanos jugaran esta temporada en Primera. De hecho el guardameta Lecomte se empeñó en que así fuera. Pero todo no era tan bonito como parecía. Y las gracias se quedaron a medias. En empate (2-2).
Después de un primer tiempo en el que los hombres de Sergio González (eterno perico) se mostraran muy superiores a su rival, todo cambió por completo durante la primera parte del segundo asalto. Ahí Joselu, siempre fiel a su cita con el gol ante el Cádiz CF, marcó por partida doble y dejó sin validez el tanto de Víctor Chust. Hasta que Lucas Pérez rescató un punto. Y pudieron ser tres. Ese larguero...
Con el colmillo afilado empezaba el Cádiz CF, espoleado por el insistente Iván Alejo, quien a las primeras de cambio puso un centro que Sobrino remató alto. Primer aviso. «Hay que probar al portero», espetó Sergio en la previa y Lecomte estaba bajo palos. No se iba a equivocar. A Álvaro Fernández al final le pasó factura su clamoroso error de cálculo ante el Valencia.
Brian Oliván era incapaz de evitar la salida en tromba de un Cádiz CF que volcaba su juego por la banda derecha, con la asociación entre Zaldua (la única novedad en el once) y Alejo. El ritmo inicial de los cadistas era vertiginoso. Tanto que hasta Nico Melamed veía amarilla al tapar al frenético extremo vallisoletano.
El empuje era tan notable que hasta Bongonda daba señales de vida. Por segunda semana consecutiva era titular el ex del Celta y esta vez no pasaba desapercibido. Su misión era poner en aprietos a Calero, un central al que le tocó ser lateral derecho y que además llegaba con algunas molestias al encuentro.
Solo faltaba colocar la guinda con un gol, eso que tanto necesita el Cádiz CF esta temporada. Lo más difícil porque Conan y la defensa estaban tranquilos, Rubén Alcaraz iniciaba jugadas, hacía cambios de orientación y recuperaba balones vitales junto a Fede San Emeterio, las bandas respondían, Negredo las ganaba por arriba y Sobrino iba a todas.
Caos en la meta perica
Pero para ello también era necesario poner a prueba a Lecomte y eso faltaba porque los hombres de Sergio avisaban, pero no remataban. Llegaban pero no culminaban.
Del Espanyol, mientras, no había noticias. Ni el ogro Joselu, experto en amargar los partidos al cadismo, entraba en juego (ya lo haría poco después para lamento de los cadistas). Nada que ver con cualquier equipo de Diego Martínez. El Cádiz CF, obviamente, tenía mucha parte de culpa en ello.
Hasta que pasó lo que podía pasar: el error de bulto de Lecomte y el 1-0. Fue en una 'catapulta' de Luis Hernández en la que el portero del Espanyol salió a por uvas. La indecisión continuó en la zaga blanquiazul, que no despejó un cuero que Víctor Chust envió sobre la línea al fondo de la red (40').
La explosión de júbilo fue total en el Carranza. El primer gol en casa al fin era posible. A Diego Martínez, mientras (ya había tenido que relevar al lesionado Nico Melamed por Puado), se lo llevaban los demonios. No le faltaba razón.
Angustia en las gradas y cambio de decorado
Todo salía de la mejor manera posible hasta que la angustia se volvió a apoderar del coliseo gaditano. Al cadismo se le vino a la mente el encuentro del Barça porque de nuevo se paraba el juego por un incidente inesperado en la grada. Otra vez se montaba el revuelo, la camilla hacía acto de presencia y se ponía un nudo en la garganta de los espectadores. Por fortuna todo quedó en un susto mayúsculo. Menos mal.
La tensión vivida al filo del descanso y el paso por los vestuarios cambiaron la decoración. El Espanyol daba un paso al frente en la segunda mitad y se notó. Tanto que Cabrera avisó y Joselu, en plan cazador, no perdonó. Lo hizo en el 51' al rematar a bocajarro con la cabeza un centro al que no llegó Víctor Chust (1-1). Conan, superado, poco pudo hacer. Vuelta al inicio.
Ni cuatro minutos pasaban cuando Conan aparecía para salvar como un felino el 1-2 tras un remate de Puado. Las alarmas ya sonaban y a Sergio no le quedaba otra que mover el banquillo. A los cansados Fede y Bongonda les relevaban Álex y 'Choco' Lozano. Después, Brian Ocampo y Lucas Pérez relevaron a Iván Alejo y Negredo.
Matador Joselu, incisivo Lucas
Nada tenía que ver un tiempo y otro. Ni por asomo. Fue entonces cuando Conan, de nuevo pletórico, evitaba a mano cambiada un intento de Puado. Luego Chust aparecía 'in extremis' para echar una mano. Y así hasta que Joselu, inmortal, mandaba el cuero al fondo de la red con un zarpazo. Catacrack.
Al Cádiz CF no le quedaba otra que reactivarse e ir en busca de la igualada que intentó Rubén Alcaraz. Fue entonces cuando Joselu avisó de nuevo a Conan, pero esta vez no perdonó Lucas Pérez para hacer el 2-2 tras una asistencia de 'Pacha' Espino. Sergio volvía a acertar con los cambios. Los pericos se desinflaban cuando Sergi Darder tenía que marcharse del césped tocado. El de Artá es diferente. Y se nota.
El loco final llegó con José Mari en el rectángulo de juego, Edu Expósito poniendo a prueba a Conan, Álex topándose con Lecomte y un penalti de Brian Oliván a Sobrino no señalado. Para terminar, solo el larguero evitó que Lucas se reconciliara totalmente con el cadismo. Recordó a su gol en el Sánchez Pizjuán, aunque esta vez no entró.
La victoria no llegó, pero estuvo bastante cerca. Al Cádiz CF, que sigue creciendo, le falta matar. Y no dormirse mucho tiempo en los laureles.
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