Barcelona - Cádiz
Sergio, el 'perico' que quiere cortar las alas en LaLiga al Barça de Xavi
El exjugador y extécnico del Espanyol regresa al Camp Nou, ahora como entrenador de un Cádiz CF que se juega la vida en la Ciudad Condal
Gil Manzano, del césped en el Cádiz - Betis al VAR en el Barcelona - Cádiz
La cita de este lunes no es una cita más para Sergio González, un 'perico' de corazón que intentará cortar las alas en LaLiga del Barça de Xavi. De conseguirlo será el Cádiz CF el gran beneficiado, que es el objetivo principal, pero además el técnico cadista saldría reforzado de su derbi particular.
Sergio se formó en la cantera del Espanyol tras su paso por L'Hospitalet y fue en el club blanquiazul donde pudo debutar en Primera. Y no de cualquier manera, ya que el lejano 25 de abril de 1998, tan solo dos encuentros después de poner por primera vez sus botas en el fútbol profesional (había jugado ante Tenerife y Mallorca), aprovechó la oportunidad que entonces le brindó José Antonio Camacho para darse a conocer en el fútbol español. Fue, curiosamente, en un derbi catalán ante el Barça que terminó con empate en Montjuic (1-1).
Aquel día un gol de Sergio sirvió para batir a Hesp y empatar una contienda en la que Figo había adelantado al Barça. Fue un tanto más testimonial que otra cosa a nivel de resultados, pero siempre será inolvidable para el actual entrenador del Cádiz CF. Fue su primer gol en Primera.
A partir de entonces fueron muchos los encuentros que disputó frente al Barça. Primero con su Espanyol (club con el que consiguió una Copa del Rey), después defendiendo la elástica del Dépor y finalmente luciendo el escudo del Levante.
Eso sobre el césped porque como entrenador pudo medir sus fuerzas ante el Barça a cargo del Espanyol, primero, y del Valladolid, después. Ahora lo hará como técnico del Cádiz CF.
Trago amargo hace un año
Reconocido 'perico' (todavía se recuerda su puesta en escena como entrenador del Cádiz CF con las alusiones al club blanquiazul en una rueda de prensa inimaginable), la temporada pasada le tocó salir molesto del estadio de su terno rival. Fue hace poco más de un año, el 6 de abril de 2021, en una cita que terminó con victoria de Ousmane Dembélé en el minuto 90.
Fue como entrenador del Valladolid y jugándose la permanencia en Primera, un objetivo que al final no consiguió. Aquella noche el equipo pucelano salió tocado del Camp Nou por la actuación arbitral.
Para empezar, Jaime Latre y el VAR, en el que se encontraba Pizarro Gómez, no vieron penalti tras una clara mano del azulgrana Jordi Alba dentro del área culé. «No quiero calentarme, pero la mano de Jordi Alba es clarísima y es penalti» , señaló Sergio González al terminar el encuentro. Lo hacía mordiéndose la lengua.
Y apostilló: «Respeto a los árbitros, pero cada decisión tiene que estar muy consensuada. Si lo consideran, bien, pero tiene que ir al VAR porque la mano es clarísima. La pelota le da en la palma y va a portería, es penalti. El árbitro me reconoce que le da en la mano, pero me dice que está abajo. El reglamento no dice nada de la altura. O estás embarazado o no lo estás. Pues con las manos, igual: o le da en la mano o no le da».
Después el colegiado principal del encuentro dejó con diez hombres al Valladolid al mostrar una roja directa a Óscar Plano. Fue dudosa y discutible, de manera que Sergio González respondió: «La expulsión de Óscar Plano nos ha hecho daño. Tengo que estar templado porque lo que ha pasado es difícil de digerir. No solo el Barça se está jugando algo, nosotros también y muchísimo. Nos merecemos el mismo trato. Me gustaría ver qué hubiera sucedido si la jugada de la expulsión hubiera sido en el otro lado».
Para terminar, sobre una posible falta sobre Roque Mesa antes del gol, Sergio puntualizó: «Puede haber falta, pero el gol es un error nuestro por falta de basculación, no estamos en la marca. Las otras dos jugadas no son errores nuestros».
Ahora le toca volver al mismo escenario, con el aragonés Jaime Latre como nuevo árbitro principal sobre el rectángulo de juego y Gil Manzano a los mandos del VAR.
En resumidas cuentas, un retorno complicado para un exjugador y extécnico del Espanyol que ahora tiene una razón más para triunfar en el Camp Nou: mantener al Cádiz CF en Primera. Y si además deja más tocado al Barça de Xavi, miel sobre hojuelas.
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