Cuidados

Así puede afectar a los dientes pasar mucho tiempo en la piscina

El cloro provoca una descompensación muy fuerte con el pH de la saliva

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S. P.

Con la llegada del verano y las altas temperaturas, las personas tienen ganas de disfrutar de las piscinas y pasar mucho rato en ellas. Sin embargo, la gran mayoría de ellas no sabe que el agua, en algunos casos, puede llegar a ser perjudicial, pudiendo dañar nuestros dientes.

El odontólgo Iván Malagón, director de Iván Mallagón Clinic, señala que para mantener la piscina en un estado óptimo, se trata con componentes químicos, uno de ellos el cloro . «El cloro provoca una descompensación muy fuerte con el pH de la saliva. Un exceso puede afectar a nuestra salud bucodental, produciendo una alteración en el esmalte de los dientes y estimulando la aparición del sarro».

A esto se le denomina ' sarro del nadador ' y ocurre en las personas que pasan más de seis horas en el agua a diario. Por ello, Malagón recomienda las piscinas de agua salada. «De hecho, en odontología se utiliza el agua salada para ayudar a eliminar infecciones y para la cicatrización de heridas. Por tanto, el contacto con este tipo de aguas no repercute en la salud bucodental».

Con el llamado 'sarro del nadador' pueden aparecer  manchas marrones o amarillentas en los dientes. Además, las personas que pasan más de 6 horas en la piscina, como los deportistas acuáticos profesionales, tienen una mayor probabilidad de sufrir periodontitis y gingivitis, siendo muy importante una higiene bucal muy estricta con el cepillado de los dientes y encías varias veces al día para que el sarro no aparezca.

«Los hábitos de entrenamiento de un nadador de élite no pueden modificarse. Por eso es recomendable extremar la limpieza dental, lo que evitará la aparición de patologías como la gingivitis , la periodontitis o las antiestéticas manchas. Si estas ya han aparecido, se pueden eliminar visitando al odontólogo», manifiesta Malagón.

Además añade que esta enfermedad, propia de los nadadores, es provocada precisamente por el pH presente en el agua de la piscina. «Mientras que el pH de la saliva está, normalmente, entre 6,5 y 7, el cloro provoca que el pH del agua esté entre el 7,2 y 7,6. Esto hace que las proteínas de la saliva se descompongan muy rápido y se creen depósitos en los dientes del deportista. Las bacterias se adhieren a esos depósitos más fácilmente, formando así la placa bacteriana y el sarro, que es esa misma placa bacteriana mineralizada por culpa del aumento del pH».

Cuidados

A pesar de los peligros para nuestra salud dental, ya sea haciendo deportes acuáticos, como dándonos un baño, se puede pasar rato en la piscina siguiendo unas recomendaciones sencillas para mantener una salud bucodental correcta.

Además de mantener la higiene y las rutinas de salud dental, el consumo de frutas y hortalizas y una buena alimentación, reducir el consumo de dulces, alcohol y bebidas carbonatadas y no picar entre horas, toma nota de estos consejos curiosos que comparte Malagón:

- Es clave el cepillado antes de dormir . Es el más importante, porque durante la noche los ácidos que dañan los dientes se forman más fácilmente, porque se segrega menos saliva y el hecho de tener la boca cerrada (medio anaerobio), crea las condiciones favorables para que las bacterias proliferen.

- El sol, gran aliado de los dientes . Tener buenos niveles de vitamina D beneficia a los huesos y también a los dientes, porque el esmalte dental se constituye principalmente por calcio y fosfatos. La vitamina D tiene un papel muy importante en la capacidad del cuerpo para absorber esos elementos. Por el contrario, si se tiene poca cantidad de vitamina D, esto puede afectar en la fortaleza de nuestro cuerpo (por lo tanto, perjudica al buen desarrollo de los implantes) y puede empeorar las enfermedades de las encías.

- Evita las bebidas, helados y alimentos muy fríos o masticar hielo . Los cambios bruscos de temperatura provocan que los nervios y los vasos sanguíneos del interior de los dientes se inflamen, lo que se conoce como hiperemia pulpar, y genera mucho dolor.

- No compartas, aumenta riesgo de caries . Los helados, por ejemplo, también pueden ser culpables de las caries en verano, no solo por dañar los dientes, sino porque compartir comida con otras personas puede producir caries, ya que es una enfermedad que puede ser contagiosa, transmitiéndose a través de la saliva.

- Hidrátate regularmente . Con el aumento de las temperaturas, el cuerpo se deshidrata más rápidamente y cuando ocurre se genera menos saliva (xerostomía). La saliva es un protector dental y cuando salivamos menos los dientes quedan desprotegidos ante el ataque de las bacterias. En los pacientes de edad media o jóvenes no es relevante, pero sí en mayores, porque tienen más dificultad para manejar el equilibrio hidrosalino y necesitan una mayor hidratación.

- Lleva siempre un chicle sin azúcar . En esta época, en la que se pasa mucho tiempo fuera de casa, es habitual lavarse menos los dientes. Si no se dispone de un cepillo a mano, una buena forma de limpiar los dientes es masticar chicle (sin azúcar) para estimular la salivación y ayudar así a una primera limpieza. Alimentos como las frutas frescas también ayudan a ello, con su alta cantidad en agua.

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