Crumble de piña: el sorprendente postre dulce que no tiene azúcar
Una receta saludable con aire de fiesta y una reflexión en torno a cómo comemos y por qué para acabar el año
Llegamos casi al final del año y algunas reflexiones se pasean por mi mente. En esto de la salud y su relación con la alimentación todo el mundo cree tener la razón. La ciencia y la transmisión adecuada del conocimiento es tremendamente importante para fomentar nuestro espíritu crítico y minimizar el impacto de las informaciones sensacionalistas y los falsos mitos.
Esto puede conducirnos a tomar mejores decisiones en cuanto a qué colocar en nuestro plato y no solo eso, es importante comprender que nuestros hábitos alimentarios y de ejercicio son ni más ni menos que la repetición de pequeñas decisiones que van cambiando nuestro día a día y terminan por modificar e impactar positiva o negativamente en nuestras vidas.
En la adherencia a un patrón de alimentación saludable influye por supuesto el poder integrar satisfactoriamente aspectos como nuestras preferencias alimentarias, la accesibilidad a los alimentos, el conocimiento y capacidad para procesar los mismos, tiempo disponible para su preparación, y otros muchos.
En la elección de los alimentos puede influir hasta nuestra percepción del sabor , y no, no todos percibimos con la misma intensidad los sabores.
Cuando el año se acaba siempre me reafirmo en lo poco importante o incluso irrelevante que dos o tres cenas y alguna comida festiva pueden suponer en nuestro patrón. ¿Es importante? Importante es sin duda lo que hacemos el resto del año y de qué forma lo hacemos. Importante es disfrutar sin culpa de la comida y comprender que por encima del goloso, tiquis-miquis o reacio al cambio que llevamos dentro, la salud prevalece.
Ingredientes
- Piña mediana 1
- Limón pequeño 1
- Vaina de vainilla 1
- Mantequilla sin sal 30 gramos
Para la cobertura
- Canela molida 1 cucharada
- Harina de avena integral 25 gramos
- Almendras laminadas o almendras con piel en trozos 50 gramos
- Copos de avena enteros 30 gramos
- Coco rallado 30 gramos
- Lima Para rallar
- Helado de coco, nata o limón Para acompañar
Hoy os traigo un postre con un sabor naturalmente dulce por el proceso de asado de la piña. Os comparto por aquí pequeños bodegones con algunos de los ingredientes:
La canela lo hace cálido, el coco nos aporta un sabor tropical, los copos de avena y la almendra nos aportan el toque crujiente.
Es extremadamente sencillo de realizar, solo tienes que seguir leyendo para saber cómo…
Recuerda que la piña debe estar pelada y sin corazón.
Preparación
Paso 1
Precalentar el horno a 200°C y activar el ventilador si lo tenemos disponible. Calentar una sartén grande apta para horno a fuego medio y derretir 15 g de mantequilla con la rama de canela, la vaina de vainilla y unas gotas de zumo de limón. Cuando empiece a burbujear, añadiremos la piña que cortaremos como más nos guste, en trozos pequeños o gajos más grandes. Cocinar durante 3-4 minutos hasta que empiece a caramelizar.
Paso 2
En un bol mezclar los ingredientes del crumble y la restante mantequilla derretida.
Paso 3
Podemos proceder de dos formas diferentes: podemos hornear la piña caramelizada con el crumble por encima durante unos 15 minutos hasta que se dore y esté crujiente. O bien podemos servir la piña dorada en la sartén con el crumble horneado por separado. Servimos con una bola de helado, si lo deseamos, y rallamos lima por encima.
NOTA: Podemos realizar el crumble todo lo fino que queramos simplemente pulsando durante unos segundos en el robot de cocina.
¡Solo queda disfrutar!
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