Recetas
Siete maneras de sacar partido al huevo en la cocina
Aprovéchalo al máximo y convierte a este ingrediente en uno de tus imprescindibles
A la plancha, fritos, al microondas, en tortilla… Existen infinitas formas de cocinar un huevo , y es que no cabe duda que este ingrediente es un ingrediente básico en cualquier cocina . Rápido de cocinar, muy versátil y perfecto para desayunos, comidas, meriendas o cenas. ¿Quieres aprender a aprovecharlo al máximo? Te explicamos siete maneras de sacar partido al huevo en la cocina.
1. El sustituto más saludable al huevo frito: el huevo a la plancha
Esta versión es ideal para sustituir al huevo frito. Se usa muy poco aceite, una gota basta , incluso nada si tenemos una buena sartén antiadherente. Echamos el huevo cuando la sartén esté bien caliente, inmediatamente, bajamos el fuego y tapamos. La clave para que quede perfecto es ponerle la tapa. Con el vapor que se genera, la clara quedará bien hecha y la yema líquida.
Una alternativa que me encanta es hacer el típico plato de patatas con huevo frito sustituyendo la patata por tiras de boniato al horno y huevo a la plancha. Una opción más saludable e igual de apetecible.
2. Cómo cocer el huevo duro perfecto
¿Cuántos minutos hacen falta para cocer el huevo duro perfecto ? Depende, porque para gustos colores. El primer consejo es meter el huevo siempre cuando el agua ya haya empezado a hervir con la ayuda de una cuchara. Así no se romperá. Una vez dentro, cronometra:
- 11 minutos : si te gustan muy hechos
- 9 minutos: si te gustan al punto
- 7 minutos: si te gustan jugosos
- 5 minutos: si quieres que la yema quede líquida
¡El de 5 minutos queda genial en tostadas y el de 9 es perfecto para el salmorejo!
3. El truco para que no se te rompa el huevo poché
Si has intentado más de una vez hacer un huevo poché o escalfado pero ha sido todo un fracaso estos trucos te vendrán bien.
El primero, y muy importante, es usar huevos frescos. Son más firmes y tienen una consistencia menos líquida por lo que es más fácil que no se te rompan. Además, si se cuelan, soltarán la parte más líquida de la clara y evitarás los hilos que se forman , consiguiendo una forma más redonda. El segundo es poner una cucharada de vinagre de manzana al agua: ayuda a coagular la clara del huevo rápidamente y evita que se desparrame.
Una vez está listo el huevo y el agua recuerda siempre: ¡No tiene que llegar a hervir! La temperatura perfecta para hacer huevos poché o escalfados ronda los 80ºC , es decir, cuando veas burbujas muy finas en el fondo de la olla. Cuando esté todo preparado, remueve el agua con una cuchara creando una especie de vórtice y tira el huevo en el medio de este. De esta forma realizará movimientos circulares y se irá formando. Apaga el fuego y dejalo unos tres minutos. ¡Voilà! Misión cumplida.
4. Cena lista en cinco minutos: tortilla vaga
¿Sin tiempo para prepararte la cena? ¿Te apetece tumbarte en el sofá y luego te da pereza ponerte a cocinar? Proponemos una cena en cinco minutos .
Para preparar una tortilla vaga sólo necesitarás: dos huevos y los toppings que quieras. Algunas combinaciones molonas pueden ser: albahaca, tomate cherry y parmesano; cuatro quesos, setas y pasta de trufa… ¡Échale imaginación!
El curioso nombre de esta tortilla viene de su sencillez, ya que es una tortilla a la que no es necesario darle la vuelta. Bates los huevos como si fueses a hacer una tortilla francesa, les añades sal y pimienta y los pones a la sartén. Una vez veas que la tortilla se despega fácilmente de la superficie de la sartén es que está hecha. ¡Añadele los toppings y hecho! Acompañala de una ensalada con una vinagreta original y tienes la cena lista en un periquete.
5. Pan nube con tres ingredientes
¿Has oído alguna vez hablar del pan nube o cloud bread? Es una receta que se hizo viral hace tiempo porque no lleva gluten, es baja en carbohidratos, poco calórica y rica en proteínas . Además se hace solo con tres ingredientes: tres huevos, 100g de queso crema y ¼ de cucharadita de bicarbonato sódico.
El proceso es sencillo. Precalentamos el horno a 150ºC. Separamos las claras de las yemas. Por un lado, batimos las claras a punto de nieve junto al bicarbonato. Por otro lado, batimos las yemas con el queso crema.
Integramos ambas masas con ayuda de una espátula, realizando movimientos envolventes para no cargarnos la textura esponjosa que acabamos de conseguir. Podemos añadir en este momento un poco de sal y pimienta, algunas especias o incluso un poco de endulzante . Colocamos varios montoncitos de masa encima de papel de horno con un poco de aceite de oliva para que no se pegue y horneamos unos 20 minutos.
¡Podemos comerlo así tal cual pero en sandwich, con queso y jamón, sabe a gloria!
6. El plato estrella de tu bruch de domingo: huevos revueltos
Los huevos revueltos pueden ser un desayuno o brunch genial si sigues estos consejos: usa siempre huevos de categoría 0 y una mantequilla de buena calidad , nunca dejes de remover y mantén el fuego bajo.
El proceso para hacerlos es sencillo. Casca cuatro huevos en un bol, añade sal y pimienta y bate bien. Pon un trocito de mantequilla en una sartén a fuego bajo y cuando esté derretida añade tu mezcla. Con una espátula o cuchara de madera remueve poco a poco. Retira los huevos de la sartén cuando estén jugosos.
Puedes añadirlos a una tostada con aceite de oliva , a una tostada con aguacate o pueden servir como acompañamiento. ¡Lo que prefieras!
7. Tortitas de avena y plátano sin azúcar
¿Tienes los plátanos a punto de echarse a perder? ¿Te apetece una receta para pecar pero que sea saludable?
La receta de tortitas de avena y plátano sin azúcar no falla. Necesitas: un plátano maduro, dos huevos grandes batidos, 40g de harina de avena o copos de avena molidos y ¼ de cucharadita de canela molida.
Lo único que tienes que hacer es batirlo todo y hacer las tortitas a la sartén. Añádeles los toppings que prefieras: frutos secos, chocolate negro, fruta… son fáciles y esponjosas.
¡Se convertirá en una de tus recetas imprescindibles para cualquier desayuno o merienda!
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