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Cálculos
ABC Bienestar
El Índice de Masa Corporal ( IMC ), también conocido como BMI (Body Mass Index) o í ndice de Quetelet (IQ), ha sido durante años uno de los métodos más usados para calcular la grasa corporal de una persona.
El cálculo es sencillo y se hace a través de una fórmula matemática : dividir el peso (expresado en kilos) entre la estatura (expresada en metros) al cuadrado. El resultado es el IMC y la cantidad indica si el peso es correcto en función de la estatura. Por ejemplo si una persona pesa 70 kilos y mide 1,70 metros su IMC es 24,22. Pero, ¿qué significa esa cifra realmente? Aunque el creador de esta fórmula, el estadista belga Adolphe Quetelet, elaboró una clasificación más detallada en función del riesgo para la salud que conlleva una u otra cifra, en líneas generales la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que un IMC igual o superior a 25 es sobrepeso y si es igual o mayor a 30 estaríamos hablando de obesidad (De tipo I si es superior a 30, de tipo II si es superario a 35 y mórbida si es superior a 40). Por debajo de 25 se califica como «normopeso» y por debajo de 18,5 sería «infrapeso.
Uno de los aspectos que hay que tener en cuenta sobre este método es el hecho de que la composición del cuerpo de un hombre y de una mujer no es la misma. En la actualidad se está cuestionando la efectividad de este índice pues los expertos están viendo que el IMC no hace diferencia entre la grasa corporal y muscular, ni aporta información sobre cómo está distribuida en el cuerpo esa grasa, un dato que es importante pues un exceso de grasa abdominal puede tener consecuencias negativas para la salud como el desarrollo de diabetes mellitus.
Es una fórmula matemática sencilla, fácil de calcular
Las investigaciones y la experiencia clínica están poniendo en duda su efectividad
No es aplicable ni a los adolescentes ni a los niños
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