Los expertos alertan: «Cuidado con los falsos saludables»
En lo primero que debemos fijarnos para saber si un alimento es sano es en la materia prima del producto
La entrada en el mercado de productos ultraprocesados catalogados como 'saludables' no ha hecho más que confundir todavía más a la población sobre qué alimentos son realmente sanos. Y es que para poder reconocerlos primero hay que saber diferenciar entre procesados y ultraprocesados.
Beatriz Robles , experta en seguridad alimentaria, explica que los procesados son alimentos que llevan un procesado tecnológico, pero que es reconocible, ya que es muy similar al que podemos hacer nosotros en casa. «Estos son alimentos esterilizados como la leche UHT o las conservas y los congelados».
Esto no significa que no puedan llevar aditivos . Es más, en estos casos se usan para mantener la estructura de los alimentos o conservarlos. «Evitan el crecimiento de los microorganismos y que el color se modifique. Pasaría por ejemplo con las conservas de garbanzos, que acabarían siendo de color negro y el consumidor las rechazaría», expone Robles.
Por su parte, el tecnólogo de alimentos Luis Riera señala que si no procesáramos la mayoría de los alimentos, no los podríamos comer. «Una legumbre no te la puedes comer directamente del campo, tienes que procesarla. Lo que ocurre es que ahora oímos la palabra 'procesado' y parece que es algo malísimo, porque se confunde con 'ultraprocesado'».
En el caso de los ultraprocesados, manifiesta, «la industria añade tanta cosa que el producto comienza a ser perjudicial para la salud».
Las conservas de legumbres o vegetales cocidos son procesados saludables. Sin embargo, si compramos el cocido ya hecho, este no será sano. Por otro lado, «los pescados en conserva suelen tener un buen perfil nutricional, pero mejor elegirlos al natural, al escabeche o en aceite de oliva virgen, y no que lleven salsas», indica la experta.
Otro ejemplo de procesado saludable sería el pan integral . Y la zona de congelados también es una aliada: materias primas básicas como pescados y vegetales en lugar de una paella congelada o un salteado de verduras. «Con el pescado igual, mejor coger los filetes de merluza al natural, que no los palitos de merluza».
Robles añade que hay algunos platos listos para consumo que sí son buenos procesados, como cremas vegetales tipo gazpacho . «Pero ante la duda mejor revisar la lista de ingredientes. ¿Qué son ingredientes que nosotros usaríamos para una crema? Zanahoria, patata, puerro y sal; pues genial».
Una lasaña, en cambio, será un alimento ultraprocesado en la mayoría de los casos, porque como comparte Riera, interesa que sea agradable al gusto y que aguante, por lo que se le añaden grasas saturadas . «La grasa, cuanto más saturada, menos adecuada para nosotros».
En la lista de nutrientes, por ley, Riera expone que tienen que especificar las grasas saturadas y dentro de los hidratos de carbono, los azúcares. «Si tanto las grasas saturadas como los azúcares están a un nivel alto, es que en general es un producto muy procesado». Pero esto dependerá del alimento, porque un zumo de por sí tendrá mucho azúcar proveniente de la fruta, y no significa que sea malo. «Lo que tiene que haber es un equilibrio».
Polémica con los productos de Carlos Ríos
Robles opina que sus productos son ultraprocesados y, por ende, recomienda consumirlos lo menos posible. «Además, hay algo que me parece todavía más perverso en ese tipo de alimentos y es que son falsos saludables . La industria los reformula y los vende como si aparentemente fueran sanos, como hacen con el aceite de palma. Sin aceite de palma y con aceite de oliva. Y el problema no es el aceite de palma, es el alimento en su conjunto».
Subraya que en ningún caso deben sustituir a los productos verdaderamente sanos y subraya: «Cuidado con los falsos saludables». «Elige dentro de los procesados, los buenos, y dentro de los ultraprocesados, consume lo mínimo posible».
Riera considera que probablemente el croissant de Carlos Ríos sea más sano que el resto, pero no por ello deja de ser un producto ultraprocesado que no es bueno consumir de forma diaria . «Mucha gente con la excusa de que es saludable se come dos en vez de uno y ya te estás tomando más cantidad de azúcar y de grasa que si tomaras uno convencional».
Por otra parte, recuerda que su crema de cacao estaba mal etiquetada y no cumplía con la normativa, pues ponía que no llevaba azúcares añadidos y sí los tenía: el dátil . «Este no ha pasado por un proceso químico como el azúcar y además tiene fibra, pero no deja de ser un alimento dulce con azúcar».
Lo mismo pasa con los productos 'light' . «Para llamarlos así tenías que reducir un 33% sus calorías, pero como el donut tenía tantas, aun quitándolas, seguía siendo un producto insaludable y que engordaba mucho, pero legalmente se puede llamar 'light'», explica Riera, quien advierte que la industria juega con nosotros con este tipo de marketing.
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