Esto explica por qué no consigues perder los kilos que ganaste en verano
Te recordamos todo lo que ha hecho que sumes kilos durante el verano para que seas consciente de lo que tienes que dejar de hacer durante el resto del año para perder ese peso extra
Se estima que en torno al 60% de la población que no tiene unos hábitos saludables debidamente implantados incrementa su peso por culpa del verano una media de 2 kg. Si además, calendario en mano, nos fijamos en que quedan menos de tres meses para la Navidad ese incremento medio de 2 kg sumado a un estilo de vida inadecuado puede multiplicarse de forma estrepitosa antes de que acabe el año.
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Está comprobado que aquellas personas que se cuidan a lo largo de todo el año mediante una alimentación adecuada y con práctica de ejercicio regular , no solo no experimentan este incremento de peso durante el verano, sino que se mantienen. Esto se debe a que ya cuentan en su vida con una serie de hábitos adecuados en materia de nutrición y de entrenamiento , lo cual hace que, de forma intuitiva, no tiendan a prácticas poco saludables.
Y ya entrando en materia de esas prácticas poco saludables que han hecho que aumentes el peso de forma significativa durante el verano estas son las más destacadas y te las indicamos porque esto es justamente lo que tienes que dejar de hacer para perder el peso que has ganado:
Aumento del consumo de alcohol
La cerveza y el tinto de verano fueron los protagonistas en la época estival. No hay que olvidar que son bebidas que solo nos aportan alcohol, es decir, calorías vacías. Los siguientes en esta lista son los combinados con bebidas carbonatadas y alcohol de alta graduación, que son auténticas bombas atómicas de calorías vacías.
Aperitivo calórico
En verano es muy difícil, por no decir misión imposible, que una persona media con hábitos inadecuados de forma general pueda resistirse a tomar la tapa o el aperitivo que ponen junto a las cervezas en chiringuitos y otros restaurantes durante el verano. Generalmente este tipo de aperitivos suelen ser bastante calóricos: patatas fritas, ensaladilla rusa, pescadito frito, tortilla de patata, aceitunas, tostas de pan, etc. La cuestión es plantearse si, sin darnos cuenta, hemos seguido tomando aperitivos calóricos tras el verano.
Aumento de los compromisos sociales
Este punto es el más crítico y el cual se complica en población con un estilo de vida inadecuado y hábitos nutricionales poco saludables. A estas personas les supone un mayor esfuerzo moderarse, muy probablemente por desconocimiento. Cuando se aprende a llevar a cabo una alimentación adecuada, este punto tan importante (compromisos sociales, comidas familiares o fuera de casa, viajes...) queda bajo control. La educación nutricional es clave para saber elegir de forma saludable.
Postres que hay que dejar de tomar
En verano resulta prácticamente un milagro resistirse a esa tarta heladita de postre o a una deliciosa tarrina de bolas de helado de distintos sabores. Lo que la mayoría de la gente no sabe es que si la mayor parte del año los hábitos de alimentación son adecuados, este tipo de tentaciones tienen un impacto mucho más bajo en la ganancia de grasa durante el verano.
Inactividad física
No por mencionarlo en último lugar es menos importante. El sedentarismo incide de forma directa en la ganancia de peso graso y más aún si lo aliñamos con todos los puntos anteriores. Y no es perjudicial únicamente en lo relativo al peso, sino que incrementa la posibilidad de padecer patologías de forma general.
En conclusión, podemos afirmar con total rotundidad que si se mantiene un estilo de vida adecuado, vida activa y práctica de ejercicio físico regular durante la mayor parte del año, el impacto del verano en el peso será insignificante y, además, nos permitirá disfrutar mucho más de él sin remordimientos de conciencia.
Sobre la autora: Raquel Capel (R. C.) es dietista-nutricionista deportiva y clínica, responsable de Nutrición del equipo Vikika Team , además de entrenadora personal.
