Baobab

La globalización ha provocado numerosos cambios y, entre otros, ha cambiado también nuestras despensas incorporando alimentos pertenecientes a otras dietas como el aceite de coco o uno de los últimos «superalimentos de moda»: el baobab. El baobab es un árbol considerado sagrado en África por su longevidad extraordinaria y que se utiliza como ingrediente en salsas y bebidas energéticas. La mayoría de sus especies (seis de ocho) se pueden encontrar en Madagascar.

Ahora es el fruto del baobab, del mismo nombre que el árbol, el que se ha convertido en protagonista de infinidad de recetas ganando enteros debido a la cantidad de propiedades nutricionales. Tiene altos niveles de calcio, hierro , potasio y vitamina C, diez veces más que una porción equivalente de naranjas . Además tiene un 50% más de calcio que las espinacas y ayuda a dar elasticidad a la piel. Su alto contenido en fibra favorece la pérdida de peso y mejora la salud cardiovascular.

Pero del baobab no se aprovecha solo el fruto, sino que las hojas también se pueden tomar hervidas como unas espinacas o unas acelgas, y son ricas en hierro. Además, con sus semillas tostadas se hace una infusión similar al café. De ellas también se obtiene aceite que se usa para cocina y cosmética. Las flores también son comestibles y en sus países de origen la corteza se utiliza incluso para alimentar al ganado. Asimismo se puede encontrar cerveza de baobab con el jugo de la pulpa fermentado.

Sin embargo, no es sencillo encontrar baobab para incluir en el menú de la semana. Lo habitual es comprarlo en polvo en tiendas especializadas que lo ofrecen online. Este polvo de baobab puede utilizarse de numerosas maneras e incorporarse en múltiples preparaciones, desde infusiones o limonadas hasta adobos y salsas. También se puede espolvorear sobre fruta fresca o en postres variados. Por otro lado, se ha convertido en ingrediente de moda de alimentos preparados como zumos, yogures o barritas energéticas.